Domingo de resurrección

Domingo de resurrección
Ty Sabin, necesitado de un buen partido en ataque, lo encontró en la tarde ayer: 16 puntos, con 2 de 4 en tiros de dos y un sensacional 4 de 5 en triples, además de 3 rebotes y 2 asistencias | javier alborés

Un inspirado Basquet Coruña se sacó ante un flojo Real Canoe –incomprensible que lleve cinco triunfos– dos pesos de encima: evitó la décima derrota consecutiva y enjugó con una paliza la ‘chosca’ recibida el pasado martes en Granada.


Todo funcionó bien ayer, a pesar de las ausencias añadidas de Jonathan Araujo y Braxton Ogbueze. Empezando por la defensa, intensa desde el mismo salto inicial. Y cuando un equipo está bien atrás, el 99% de las veces ataca mejor.

El Canoe anotó dos de las tres primeras canastas del encuentro, pero tres triples casi seguidos, uno de Quinton Stephens y dos de un Ty Sabin necesitado de un buen partido en ataque, abrieron el primer hueco (13-6). Aunque un tiempo muerto del técnico visitante dio como resultado un parcial de 2-8, Gustavo Aranzana hizo lo propio y sus pupilos cerraron con un 6-2 el primer periodo (21-18).

En el minuto nueve debutó Jeff Xavier, a quien se vio algo perdido –lógico, ya que fue fichado el miércoles–, aunque acabaría anotado sus dos primeras canastas de naranja.
Sergi Pino firmó la última del acto inicial, el aperitivo de su desmelene del segundo, donde el jugador más valorado de la competición, Tyson Pérez, mantuvo al Canoe con su trabajo tan invisible como efectivo. Aun así, poco que oponer a un Coruña que, con un parcial que empezó con 9-0 y acabó con 13-2, puso proa (42-26) hacia su segundo éxito del curso. 

Como un reloj
Del perfecto funcionamiento de la ‘marea naranja’ hablan tanto los 29 puntos encajados como sus magníficos porcentajes de tiro en esta primer mitad: 9 de 15 en lanzamientos de dos y 6 de 14 en triples, en tanto que el equipo madrileño se fue al vestuario sin haber enroscado ni uno solo de sus siete intentos desde larga distancia. Un augurio de su sonrojante guarismo final: 1 de 14.


Si el segundo periodo fue el de Pino, el tercero tuvo como nombre propio Michael Uchendu. El ‘center’ brasileño subió al marcador una nueva renta máxima (46-29), antes de que el duelo entrase en un intercambio de canastas, propiciado por cierto relax de los locales en defensa.


Entre ese toma y daca se coló un parcial de 2-6 que rebajó el superávit local a ‘solo’ once tantos (57-46), cuando parecía que el BC estaba a punto de reventar definitivamente el encuentro. Aranzana tocó a rebato, los suyos volvieron a bajar el culo en defensa y, con un parcial final de 7-3, afrontaron el último capítulo con una sólida ventaja de quince puntos (64-49).


La canasta inicial de Tyson Pérez se quedó en simple anécdota: parcial de 10-0, con triples de –otra vez– Stephens y Sabin, para abrir un abismo en el electrónico (74-51). Y la cosa no quedó ahí. El Basquet Coruña necesitaba algo más que una victoria. Y por ello no levantó el pie en ninguna de las mitades de la cancha.

Final perfecto
Una canasta de Stephens colocó el +25 en el marcador (82-57), con 80 segundos en el reloj. Y ni ahí acabó la fiesta. Aranzana dio entrada a dos juniors, Rubén Souto y Jorge García, y este anotó, a 19 segundos del bocinazo final, el triple que cerró el electrónico con la máxima ventaja del conjunto herculino.


 Un final perfecto para el domingo de resurrección de un equipo que afrontaba este choque con una presión enorme. Un puñetazo en la mesa que podría suponer un punto de inflexión. El próximo sábado, en la pista del Barça B (3-7), la respuesta.

Domingo de resurrección

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