Carlos Arévalo no se baja de la nube: oro también en K1 200

Carlos Arévalo no se baja de la nube: oro también en K1 200
Carlos Arévalo se marcha de Halifax con sus dos primeros títulos mundiales en la maleta | rfep

Justo 24 horas después de colgarse la medalla de oro como componente del K4 500, Carlos Arévalo volvió a encaramarse a lo más alto del podio en los Mundiales de sprint de Halifax (Canadá), en esta ocasión para ser proclamado el rey del K1 200.
 

La final empezó a las 16.19 horas de España, la misma, curiosamente, a la que el K4 se había puesto en acción en la víspera. Los 200 metros no dejan margen al más mínimo   error, por ello el palista betanceiro, que había firmado el tercer mejor registro en la series calificatorias, partió como un misil y dominó la prueba de cabo a rabo.
 

Arévalo paró el crono en 36.43, por 36.71 del sueco Petter Menning y 38.82 del campeón universal el año pasado en la cita celebrada en Copenhague, el húngaro Kolos Csizmadia (38.82), quien hubo de conformarse con la medalla de bronce.
 

Arévalo, de 28 años, se marcha así de Halifax habiendo conquistado sus dos primeros títulos mundiales tras haberse colgado la plata de K4 500 –también formando cuarteto con el catalán Saúl Craviotto, el balear Marcus Cooper y el cangués Rodrigo Germade– en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.

 

Brillante jornada final

El oro del betanceiro no fue el primer metal español en una brillante jornada final. En la prueba anterior, la final de C1 200, María Corbera subió al escalón del podio. 
 

La madrileña, que el año pasado fue campeona del mundo en C2 200, tan solo cedió en Halifax ante la campeona de C1 200 en 2019, la estadounidense Nevin Harrison (49.87). La española parró el reloj en 50.54, solamente una centésima menos que la tercera, la china Lin Wenjun.
 

El año pasado fue la pontevedresa Antía Jácome la española que disputó la final de esta modalidad. Y también se colgó la medalla de plata.
 

La sexta presea española en Halifax también fue dorada. Y también tuvo un marcado acento gallego. El C4 500, integrado por el catalán Joan Moreno, el cangués Pablo Graña, el vilanovés Manuel Fontán y el poiense Adrián Sieiro fueron los más veloces en la final, con una marca de 1:39.42, por delante de Polonia (Aleksander Kitewski, Arsen Sliwinski, Wiktor Glazunow y Norman Zezula) y Ucrania (Vitaliy Vergeles, Andrii Rybachok, Yurii Vandiuk y Taras Mishchuk).
 

En una final directa, sin cali previa, España aprovechó la ausencia en el último momento de Alemania y se proclamó campeona aventajando en 49 centésimas a los polacos y en poco más de un segundo a los ucranianos.
 

A falta de disputarse las finales 5.000 metros de canoa, con Manuel Garrido, y de Kayak, con María Corbera, la delegación española encabezaba el medallero de los Mundiales de Halifax, con 4 oros y 2 platas, por 4 oros, 1 platas y 6 bronces de Hungría y 3-3-1 de Polonia.

Carlos Arévalo no se baja de la nube: oro también en K1 200

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