El capitán se retira

El capitán se retira

Manuel Pablo llegó a la ciudad deportiva de Abegondo como en las dieciocho temporadas anteriores, con el neceser en la mano y preparado para pasar las analíticas rutinarias, aunque con la sospecha de que los planes podrían cambiar sobre la marcha, tal y como sucedió. Aunque estaba citado para iniciar la pretemporada, el club le comunicó que no seguiría formando parte de la plantilla, que a partir de ahora será el enlace entre la plantilla, el cuerpo técnico y la dirección deportiva.
El cambio de rol del hasta ayer capitán lo anunció el club minutos antes del mediodía con un comunicado. El canario se suma,  como ella estaba previsto en su contrato, al organigrama del club. Deja el fútbol en activo y formará parte del área de gestión deportiva que encabeza Richard Barral.
A sus 40 años, el de Bañaderos mantenía la ilusión de prolongar su carrera en el césped por más que su protagonismo el curso pasado había sido mínimo. Él aún se veía con fuerzas.
No era optimista en abril, cuando llegó a referirse a las opciones “mínimas” de ampliar su etapa como jugador. Y así llegó su último partido como blanquiazul, ante el Real Madrid, sin saber que iba a ser el definitivo.
Desde Canarias se desplazaron amigos suyos, familiares y hasta su representante, Antonio Morales. Sabían que podría producirse la despedida del capitán y el homenaje del club. Pero ese tributo quedó desestimado cuando el Deportivo le preguntó qué quería hacer. Él respondió que su deseo era seguir jugando. Por eso no se despidió del deportivismo cuando se fue al centro del campo a mantear a Stipe Pletikosa. Después, en los medios de comunicación, dejó abierta la posibilidad de jugar una temporada más. Incluso el presidente y el director deportivo mantuvieron esa opción abierta durante las vacaciones.
Pasaron los días y Manuel Pablo, a través de su agente, insistió con su intención de continuar en el verde. Quedaba en manos de Gaizka Garitano y de una decisión consensuada entre todas las partes. 
El club prefería que el canario dejara el césped y pasara a desempeñar otras funciones, y el jugador aceptó su nuevo rol en la ciudad deportiva de Abegondo.
Por allí se le verá a partir de ahora, ya no como jugador, como él pretendía, sino como enlace en el vestuario. Llegó el momento de colgar las botas.

El capitán se retira

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