El Ayuntamiento de Culleredo ha finalizado recientemente la obra de humanización del núcleo de Fonte da Balsa, en Vilaboa. Los trabajos se centraron en la remodelación completa de la vía VP-124 y contó con un presupuesto cercano al medio millón de euros. El proyecto contemplaba la construcción de aceras, el incremento de zonas de estacionamiento, la adopción de medidas de seguridad vial, la renovación de los firmes de las calzadas y la mejora de los accesos a los garajes de la urbanización de la Sagrada Familia.

Las obras entrañaban cierta dificultad ya que en uno de los márgenes de la vía se encontraba un talud que presentaba problemas de estabilidad. Por otro lado, los vehículos estacionaban en los bordes sin disponer de espacios habilitados para ello por lo que el Gobierno local, que preside José Ramón Rioboo, se centró en mejorar la accesibilidad de los peatones y residentes.

Fuentes municipales indicaban, en su momento, que con la ejecución del proyecto se perseguía ampliar la plataforma y la rehabilitación del firme en toda la superficie de actuación, la reordenación de los aparcamientos, solucionar los giros de los vehículos en el confín de la VP-124, la dotación de aceras, nueva canalización de pluviales e instalación de mobiliario urbano.

Esta iniciativa también incluía habilitar un local como centro cívico y recinto administrativo municipal. Para ello se adquirió un bajo comercial de unos dos mil metros cuadrados de 
superficie.

Proyecto polémico 

Cabe recordar que esta iniciativa de mejora generó cierta polémica entre los grupos municipales en 2019. Y es que cuando, en el último semestre de ese año, todo estaba preparado para iniciar los trabajos, según fuentes municipales, el proyecto se paralizó por las condiciones meteorológicas adversas causaron que un trozo de talud se desplomase y se desbordase un manantial ubicado en el lugar de Canabal. 

“Las actuaciones se van a llevar a cabo puesto que están aprobadas pero, siguiendo las indicaciones de los técnicos, se harán cuando la meteorología lo permita”, indicaban desde el Gobierno local que reprochaban a la oposición que aprovechase un contratiempo imprevisto con fines políticos.

“Desde el Gobierno local no se da crédito a que se quiera sacar rédito político de las consecuencias de un temporal que puso en jaque a los ayuntamientos de la comarca y que además se exija ahora inmediatez en un obra que no se apoyó cuando se llevó a pleno”, insistía fuentes del equipo de gobierno presidido, también entonces, por Rioboo.