Las fiestas de O Burgo concluyeron la madrugada del martes sin mayor incidencia entre los feriantes. El alcalde de Culleredo, José Ramón Rioboo, visitó de nuevo la zona en la mañana de este martes y de nuevo al mediodía, para comprobar que el desmontaje se efectuaba con normalidad.

El alcalde avanza que después del verano, una vez rematen las fiestas, se convocará a los responsables de atracciones y barracas para mantener una reunión de cara a la futura organización de los festejos. El objetivo es incidir en seguir unas normas que aseguren la convivencia y el funcionamiento normal de las fiestas.

Rioboo agradece a la Subdelegación del Gobierno en A Coruña por todo el apoyo y respaldo prestado en materia de seguridad para la celebración del evento. Desde el incidente del pasado 17 de julio, se llevó a cabo un operativo coordinado y minucioso para garantizar la seguridad.

El primer edil destaca a su vez el “papel esencial” de los efectivos de Policía Local, Guardia Civil, voluntariado de Protección Civil, Emerxencias, sanitarios del 061, y personal del Punto Violeta para velar por la seguridad de las fiesta. “Nuestro agradecimiento por estar siempre atentos a la protección del ciudadano”, afirmó.

En cuanto a los servicios, en estas fiestas se estableció un protocolo de colaboración entre las empresas prestadoras desde el área de Medio Ambiente que dirige el concejal Carlos Liñares, que funcionó bien para atender cualquier necesidad en materia de limpieza, suministros o mantenimiento en general.

A primera hora de la mañana de este martes se llevó a cabo la limpieza del recinto de O Burgo para dejarlo en buenas condiciones. Queda pendiente el espacio de las atracciones, en el que se actuará en cuanto se complete el desmontaje.

Las fiestas de O Burgo reunieron a miles de personas en sus 6 días de duración. El lunes se completaron con la actuación de París de Noia y los tradicionales fuegos, que pusieron el broche de oro.

Rioboo aplaude el trabajo de la Comisión de Fiestas, con la que colabora el Concello, por hacer posible unos momentos muy especiales y esperados en la parroquia.

Las fiestas de Culleredo superan así su ecuador y avanzan hacia un agosto que estará repleto de eventos.