Tradición, familia y música se dieron la mano en Santa Margarita para poner fin a un mes de fiestas

Tradición, familia y música se dieron la mano en Santa Margarita para poner fin a un mes de fiestas
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Las fiestas de María Pita no son sólo grandes nombres, luces y artificios, sino que también la conforman los barrios, las familias y la tradición. Y siendo así, que menos que sean estas tres últimas las encargadas de cerrar todo un mes de festejos.

La tradicional romería de Santa Margarita fue, como viene siendo habitual, la encargada de poner el broche final a las festividades coruñesas, aunque oficialmente las casetas de la Feria del Libro Antiguo y las de Made in Galicia, continuarán abiertas un par de días más.

Desde primeras horas de la mañana, las primeras familias se iban acercando para instalarse en un parque de Santa Margarita, donde los puestos y atracciones todavía comenzaban a desperezarse. Las mesas del parque y sus diversas zonas verdes serían los lugares donde decenas de familias y agrupaciones de vecinos pasarían el resto del día.

Con algo más de actividad, en torno a las 12.00 horas, la Banda Municipal de Música de A Coruña ponías las primeras notas musicales a una jornada repleta de actuaciones para toda la familia. En las escaleras de la Casa de las Ciencias se congregaron cientos de personas que, ante la falta de espacio, tuvieron que rodear por completo a la banda.

Bajo la dirección de Juanjo Ocón, y ante la atenta supervisión de Gabriel, el fan número uno de esta agrupación, la Banda ofreció un recital con el que se ganó largos minutos de aplausos de todas las familias allí presentes.

Tras el concierto, el bullicio se repartió por el parque con una máxima común, “haberá que repoñer forzas”. Mientras los pequeños apuraban las últimos momentos de la jornada matinal en las atracciones instaladas en torno al museo científico, los más mayores aprovechaban para comprar algo de avituallamiento, o para buscar algún hueco libre en las mesas del parque donde comer. Los jóvenes, y no tan jóvenes, que, ante la escasez de sitio en las mesas se resignaban a encontrar una, echaban mano de las toallas y montaron sus picnics improvisados.

La jornada transcurría y las actividades retornaron bien entrada la tarde. Primero, todavía en el entorno de la Casa de las Ciencias, las propuestas infantiles de Cascarillarte satisfacían las necesidades de diversión de los niños y niñas. El mago Román fue el encargado de esta misión con su espectáculo “Laberinto de Ilusiones”.

A las 19.30 horas, la programación se trasladó hasta el anfiteatro del parque donde, sobre el escenario allí instalado, se fueron sucediendo las actuaciones de las agrupaciones de música tradicional. Poco a poco, el reguero de gente se iba trasladando hasta allí, con una premisa clara, “e uns baileciños tamén se lles botarán”, decía uno de los grupos de vecinos antes de las actuaciones.

Los encargados de abrir esta traca final de música fue la asociación cultural Son D’Aquí. Actuación tras actuación, y hasta pasadas las 00.00 horas, se fueron sucediendo las diferentes asociaciones. Primero, la agrupación folclórica Aturuxo, luego la asociación cultural Donaire y, por último, y a modo de clausura, la Banda das Crechas.

Barrios
Pero el broche final de las fiestas también se vivía en los barrios de la ciudad. Tras los festejos de Eirís, O Castrillón o A Gaiteira, ayer concluía también las fiestas en la barriada de Novo Mesoiro.
Tras tres días de celebraciones, los vecinos vivían ayer una jornada más tranquila y familiar con la que poner el punto y final a estas tres jornadas. De poner la música, durante la sesión vermú, se encargaron Los Claretes, que congregaron a decenas de vecinos ante el escenario. Tras la música, llegó, como no, la comida, ya que el final de fiestas lo completaba una churrascada popular.

Fuente del Deseo
En la oferta lúdico festiva de este último fin de semana festivo también se coló un aniversario muy especial, ya que no todos los días se cumplen 123 años, y eso es lo que celebraba la Fuente del Deseo, en la plaza de Azcárraga.

Tras una semana de actividades varias en el entorno de esta plaza de la Ciudad Vieja, ayer también llegaba esta fiesta a su fin, con varios conciertos y un mercadillo popular.

Desde las 11.00 horas, y hasta las 17.30 horas, tuvo lugar un rastro, enfrente al palacio de Capitanía, con música en diversos formatos, antigüedades varias, y ropa de segunda mano, que atrajo a curiosos y ávidos de completar colecciones personales.

Durante la mañana también se sucedieron las actuaciones musicales en la plaza de Azcárraga. La característica voz rasgada de Pardo dio comienzo a los conciertos, en torno a las 12.30 horas. Le sucedió la mezcla de música y danza contemporánea que ofrecieron Levedad y, por último, cerró la jornada matinal el pop-rock más actual de la mano del coruñés Javier Insua.

Tradición, familia y música se dieron la mano en Santa Margarita para poner fin a un mes de fiestas

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