La presencia de perros potencialmente peligrosos sube en la ciudad un 22,6% en los últimos dos años

La presencia de perros potencialmente peligrosos sube en la ciudad un 22,6% en los últimos dos años
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La presencia de perros considerados potencialmente peligrosos en la ciudad subió un 22,6% en cuestión de dos años, una subida de un 11% por ejercicio porque si se comparan los que pueblan los parques en este mes de enero y los que lo hacían a principios de 2018, la diferencia es de 126 mascotas más rastreando entre lo verde. De 2017 a 2018, el aumento fue de 129 y las cifras aportadas por el Rexistro Galego de Identificación de Animais de Compañía (Regiac) sitúa a la ciudad como la segunda urbe con más razas con esta denominación paseando sobre el perímetro. 

Le gana Vigo, donde se contabilizan 1.916, en un gráfico que hace ver que el incremento se produce en todas las capitales, donde se ven cada vez más ejemplares catalogados así. En la ciudad hay 1.128, un tipo de canes que representa el 4,6% del total con prefijo 981 y en un territorio que, por otra parte, saluda todos los días a más perros que a niños. 

Los de cuatro patas superaron en 2018 a los pequeños de cero a nueve años en un 5,4%, o lo que es lo mismo, entre Lavedra y Monte Alto duermen 1.208 peludos más que pequeños. Y es que al contrario que las personas, la comunidad perruna crece. 
Si bien hace unos años, este incremento fue considerable por la aplicación de la normativa de tener que identificar a cada animal con microchip, ahora que la mayoría de los propietarios cumplen con esto, la cifra sigue subiendo en el registro gallego, que coloca a 24.503 chuchos en la península coruñesa actualmente. 

Si la media de recién nacidos se mantiene o es parecida a la de 2018, la diferencia entre estos y los perros será mayor, con un 14% más de representantes con collar que de neonatos.

Sensibilización 
La concejala de Medio Ambiente, María García, aseguró en el último Dillo Ti, celebrado en Los Rosales, que están muy encima de que los propietarios de perros potencialmente peligrosos cumplan la legislación. 

La Patrulla Verde se encarga de controlar esta cuestión junto a otras como la del maltrato animal, con la que están especialmente sensibilizados. Después está el tema del microchip que “ten unha razón de ser, que é a de relacionalo co seu dono en caso de que se perde”. 

En este sentido, recordó que la Patrulla Verde hizo varias campañas porque es la principal medida “para que non se encha a canceira de mascotas sen dono, e é positivo para o can en caso de que se perda ou extravíe”. 

Los operarios dejan un margen de tiempo para que el propietario se lo ponga a su mascota y si se pasa de plazo, se le amenaza o sanciona.

El mismo registro confirmó hace unos meses que tras la entrada de la Lei de Benestar Animal, que entró en vigor en enero de 2.018, el número de perros registrados creció en A Coruña un 33%. Si en agosto de 2017, el censo de perros era de 21.103, en agosto del año pasado ya eran 23.624, de los cuales el 4,6% (1.075) pertenecen a razas consideradas como potencialmente peligrosas, el mismo porcentaje que el actual.

Es imposible determinar cuántos de estos canes no estaban registrados y han salido a flote con la nueva ley, pero el estudio revela que cada vez más los coruñeses optan por tener un animal de compañía y, en consecuencia, la puesta en escena de estas razas también es mayor. 

Antes de que se aprobase la norma, se consideraba una infracción leve no identificar correctamente a la mascota, y la sanción oscilaba entre los 30 y los 300 euros. Ahora es como mínimo de 500 euros.

La presencia de perros potencialmente peligrosos sube en la ciudad un 22,6% en los últimos dos años

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