El polígono de A Grela pelea con la dura burocracia para volver a su origen labriego

El polígono de A Grela pelea con la dura burocracia para volver a su origen labriego

Los malvados gigantes contra los que le toca luchar no son solo los problemas de movilidad o la falta de plazas para estacionar. Al polígono industrial –y cada día más comercial– de A Grela le queda ahora una ardua batalla contra la burocracia para que le devuelvan su nombre original.
Los empresarios implantados en el entorno se han erigido en ejército para una peculiar pelea en los despachos cuya meta es que A Grela vuelva a ser Agrela de manera oficial. Cuenta el presidente de la Asociación de Empresarios de Agrela, Javier González, que la solicitud data de 2003 y de ahí que la entidad que dirige uniese las dos palabras ya por aquel entonces.
“La junta directiva había aprobado pedir el cambio y, posteriormente, la asamblea lo ratificó en 2003”, rememora González. Irónicamente el tema fue quedando aparcado por el devenir cotidiano de un polígono que no ha parado de crecer e implementar novedades y fue el regreso de su presidente a la primera línea de fuego figurado el que reimpulsó la reivindicación. 
“Lo retomamos porque consideramos que tenemos razón”, zanja González.
La memoria de la asociación relativa a 2015 se hace eco de los primeros movimientos y ahora González explica que el asunto de la modificación está en manos del Ayuntamiento. “El concejal Alberto Lema quedó en dirigirse a la Xunta para pedir el cambio”, afirma. 

con significado
Pese a que el primer paso fue contactar con el Gobierno autonómico por ser este el que tiene las competencias sobre la toponimia, la Xunta descartó la variación. “La comisión de Política Lingüística nos envió una carta enredada explicando que como existían los dos topónimos se quedaba así”, aclara. 
Lejos de amilanarse por esta primera negativa González y sus compañeros continuaron decididos a que el parque empresarial se rebautizase como “Agrela”. “No lo vieron como algo claro, pero sí nos reconocieron que agrela tiene significado y por separado no”, insiste. 
Esta demanda casi histórica se remonta más allá en la historia de A Coruña. Según el presidente de la agrupación, antes de existir la sucesión de naves y edificios, en la zona había “dos pequeños núcleos poblacionales”.   Uno de ellos se denominó Agrela porque si las Agras que existen en la ciudad hacían referencia a las fincas de cultivo, el nombre del polígono describía a “una pequeña finca de cultivo”. 
Según les consta, con el franquismo tocó “castellanizar” a La Grela con artículo y de vuelta a la democracia se “galeguizó” el nombre pero esta vez con error. 
“Es una aberración porque Grela no es nada en gallego”, lamenta el presidente. 
Ante tanta insistencia, el secretario xeral de Cultura, Anxo Lorenzo emplazó a los empresarios a debatir el asunto con el Ayuntamiento para que fuese este último el que “solicitase el cambio”. 
A estas alturas la asociación ya ha pasado por las dependencias de los grupos municipales del Partido Popular, el PSOE y el BNG y todos coincidieron en apoyar su demanda. También lo acordó así el Gobierno municipal de Marea Atlántica y ahora, según el representante, el asunto depende de Lema.

El polígono de A Grela pelea con la dura burocracia para volver a su origen labriego

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