Moncho Borrajo | “Bajo el paraguas de lo políticamente correcto nos están cortando las alas a todos”

No tiene pensado subir a nadie al escenario, pero promete risas durante dos horas, y el Moncho Borrajo más auténtico.

Moncho Borrajo vuelve a A Coruña...
Es una ciudad que me quiere mucho y donde me siento muy cómodo, y tendría que haber vuelto con el espectáculo “Madre mía, cómo está España”, pero decidí montar uno nuevo, porque los coruñeses se merecen que monte uno nuevo, y el resultado es “Cosas mías”.

Hábleme de “Cosas Mías”
Lo que pretendo es volver al Moncho de siempre. Un poco de crítica política, de la vida social, improvisaciones... Esta vez no saco a nadie al escenario. Es un momento tierno, con imitaciones a algún cantante que me sale bien. Después tiro de la larga colección de monólogos que tengo, que adapto al tiempo que llega. Esta vez hablaré de los adosados, de la primavera... Lo que quiero es que la gente se divierta durante dos horas, y si los coruñeses no se levantan, seguiré u seguiré. Es una escenografía muy sencilla, pero muy bonita.

Usted suele cerrar el espectáculo con un payaso ¿También lo habrá en “Cosas mías”?
Decía el otro día Boadella que las críticas hechas con belleza parecen menos críticas. Si vas bien vestido, con una buena escenografía, lo que dices parece que va con una pomada... Siempre termino con un payaso, con una historia tierna, para que la gente salga del teatro sintiéndose cómodo, convencido de que valió la pena. A mí hay tres cosas que me dice el público cuando termino las actuaciones que me hacen continuar: no cambie, qué bien me lo he pasado y os cartos que mellor gastei na miña vida. Que te digan eso es un lujazo.

En su anterior espectáculo no dejaba títere con cabeza... ¿Sigue esa línea “Cosas Mías?
Tal y como está el país se merecen unos palitos... Hemos pasado de la casta a la caspa.

Ha llegado a decir que la libertad de expresión no existe en España.
Suena fuerte, pero es que acaban de poner una año de cárcel a una chica por unos chistes sobre Carrero Blanco, y si los lees, ni hay odio ni nada. Sin embargo, bajo el paraguas de los políticamente correcto, nos están cortado las alas a todo el mundo. Llegaron a proponer en el Congreso de los Diputados el prohibir que los cómicos nos metamos con los políticos. ¿Pero esto qué es? Si el señor Rajoy pronuncia como pronuncia... que vaya al logopeda, y si una diputada de Podemos mea a pata abierta en plena calle, tendré que llamarle guarra.

¿Le llegó la polémica suscitada en A Coruña por el espectáculo de Jorge Cremades, que finalmente suspendió el teatro Colón?
No he visto el espectáculo, pero hay algo que está pasando en el mundo femenino que me preocupa. Una cosa es el humor, otra el feminismo y otra la igualad. Hombres y mujeres somos iguales ante la ley y los derechos, pero que yo le abra una puerta a una mujer, y la señorita me diga que soy machista por eso... Después, una mujer me grita y no pasa nada, pero si yo le contesto gritando... eso es maltrato. Hay muchos hombres maltratados.