Los chabolistas de Penamoa reciben a Llamazares con piedras y amenazas

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  A.P. > a coruña

    El portavoz del grupo parlamentario de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, acudió ayer a la ciudad para hacer una visita a Penamoa. Sin embargo, no se quedó mucho tiempo: una lluvia de piedras, hierros y otros objetos cayó sobre él y sobre su séquito cuando se encontraban contemplando el panorama desde el viaducto que cruza la Tercera Ronda. No les quedó más remedio que retroceder y alejarse de los gritos que mezclaban amenazas de muerte con insultos al ritmo del estrépito de las vallas metálicas al ser golpeadas como tambores por los chabolistas. “No me esperaba otra cosa, se ve que hay un problema social en ese entorno tan degradado”, aseguraba Llamazares, que se había acercado al lugar después de participar en conferencia de prensa en la sede de su partido en Cardenal Cisneros.
El líder de Izquierda Unida se había desplazado hasta el núcleo chabolista para comprobar de primera mano cuál era la situación que él había denunciado en el Congreso de los Diputados la semana pasada, cuando preguntó al Ejecutivo si tenía conocimiento de los problema sanitarios que supone para los vecinos y si había previsto alguna medida para solucionarlos.
Sin embargo, el diputado no parecía guardar un especial rencor por la forma tan violenta por la que los últimos de Penamoa habían respondido a su interés, y dirigió sus palabras más duras contra la actuación municipal.
“Es un problema real que todavía no ha culminado. Es verdad que el realojo ha avanzado pero hay otros que están pendientes. Por tanto, es una cuestión social y de seguridad en el barrio. Por eso la lucha contra el comercio y el trapicheo de drogas sigue siendo importante”, aseguró el diputado de IU, que pidió, antes de acudir a la asamblea vecinal que más tarde celebró en el colegio María Barbeito que se complete cuanto antes “el realojo y la reinserción de personas que se han visto obligadas a vivir en chabolas durante mucho tiempo”.

Solución > Llamazares no dio por válido el argumento tantas veces esgrimido por el Ayuntamiento, de que el último paso en la desaparición de Penamoa debe hacerse por vía judicial y que, por tanto, ya no es competente: “Creo que es mucho decir. Hay una solución judicial, pero seguramente también política, administrativa y social, y no basta con eludir la responsabilidad propia hablando de solución judicial”.
Aquello le valió algunos aplausos de los miembros de la plataforma vecinal que le rodeaban y que respondieron de la misma manera a las palabras de César Santiso, el candidato de Esqueda Unida a la alcaldía. “Coido que queda claro que o plan de integracion non está rematado nin moito menos, prácticamente non está nin empezado e pensamos que a solución non é o silencio administrativo”. Para Santiso es el Ayuntamiento, como administración más cercana a la ciudadanía, “o que ten que empezar a resolver de verdade a situación”.
El candidato a la alcaldía coruñesa de EU señaló que lo primero que hay que hacer es acercarse a las propuestas que realizan las ONG que están trabajando en el plan de Penamoa. “Hai que darlles unha solución de vida ”.  En cuanto a si será posible ver desaparecer la docena de galpones que aún se mantienen en pie antes de que termine el mandato del actual alcalde, Javier Losada, Santiso consideró que “cando se agacha a cabeza, cando se da a callada por resposta, e cando se dan informacións que no son reais, non hai intención política de solventar a situación”.


 

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