Las lluvias sorprenden a los vecinos en un día con altas temperaturas

Las lluvias sorprenden a los vecinos en un día con altas temperaturas
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La predicción meteorológica ya era mala, pues incluso se activó la alerta amarilla por mal tiempo en el mar, pero muchos coruñeses y turistas se vieron sorprendidos a última hora de la tarde de ayer por varias trombas de agua en un día en el que la sensación de bochorno fue predominante. El nivel de precipitaciones se disparó, más aún con respecto al mismo mes del año pasado que fue bastante seco.

La agencia MeteoGalicia registró grandes acumulaciones de agua por toda la ciudad, especialmente a última hora de la tarde. Las lluvias cogieron a numerosos grupos de gente disfrutando de las fiestas sin ropa de abrigo ni paraguas. 

En la estación situada en la zona de la Torre de Hércules, especialmente recorrida por los turistas, se dio un momento puntual de 1,8 litros de precipitaciones por cada metro cuadrado, pero el total era de 8,4 litros, al cierre de esta edición. 

Fue la cifra más elevada analizada por los técnicos, pero no la única ya que en el dique de abrigo a las 21.00 horas había llovido 3,2 litros por metro cuadrado. En el entorno de Bens, donde entre las 20.20 y las 20.30 horas –es decir, en solo diez minutos– se detectó una tromba de tres litros por metro cuadrado. En el acumulado al cierre de esta edición había llovido 7,8 litros por cada metro cuadrado. 

Pese a que el día estuvo nublado, los termómetros llegaron a marcar los 28 grados. Esto, sumado a la alta humedad en el ambiente, hizo que los vecinos y turistas se quejasen durante todo el día del bochorno que hizo. Los sistemas de análisis de la Torre marcaron un 82% de humedad media, mientras que en el mismo día de años anteriores estaba en un 76, un 78 y un 80% como máximos, dando como resultado temperaturas casi caribeñas

El viento también fue el causante de algunos imprevistos, tal y como reconocieron desde la Policía Local. Los agentes recibieron múltiples avisos durante toda la jornada debido a que la fuerza del viento afectó a las fachadas de algunos edificios, rótulos y vallas. 

Refuerzo nocturno
Por ejemplo, derribó una ventana sobre un turismo que estaba estacionado en la calzada. Eso sí, al cierre de esta edición no había que lamentar daños personales. Lo que no pareció extraño fue contabilizar incidentes continuos porque la ráfaga máxima registrada en el dique fue de 84,9 kilómetros por hora a las 15.20 horas. En Bens diez minutos después se detectaron 72 kilómetros por hora, algo inusual en plena temporada veraniega.

A pesar de la alerta amarilla declarada en el litoral, a primera hora del día el Ayuntamiento no tenía previsto cerrar los arenales ya que el oleaje sería mar adentro y gracias al mal tiempo no hubo problemas con los bañistas. Solo se había advertido a los socorristas para que estuvieran aún más alerta que a diario y como la alerta amarilla se prolongará hasta esta medianoche, se reforzará la vigilancia con el grupo de rescate de los bomberos a la hora de los primeros conciertos del Noroeste en la playa de Riazor.

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