Hallan en Riazor la placa de uno de los policías ahogados en el Orzán en 2012

Fue una noticia emotiva la que ayer anunció el delegado del Gobierno, Javier Losada: la de que la placa de Javier López López, uno de los policías nacionales muerto junto con otros dos compañeros durante la tragedia del Orzán, hace siete años, durante el intento de rescate de un estudiante extranjero llamado Tomas Velicky, arrebatado durante una noche de temporal, se expondrá en el museo de la Policía Nacional, en Lonzas. La placa había aparecido el domingo, junto con la identificación, en la playa de Riazor, donde fue descubierta por una mujer que paseaba a su perro después del temporal que azotó a la ciudad el viernes pasado.

“Notó algo extraño y sacó la placa de la arena. Es una noticia importante porque nos permite homenajearle de nuevo”, señaló el delegado. Sobre cómo apareció allí tanto tiempo después, la respuesta es muy posible que se mantuviera enterrado durante mucho tiempo, sin salir nunca de la rada del Orzán, hasta que la alerta roja de la semana pasada removió el fondo y sacó a la luz lo que océano se había tragado antes. “El mar tiene estas cosas. Nos devuelve la historia”, resumía Losada. La placa estaba oxidada después de años bajo el mar, como si fuera un pedazo de metal rescatado de un naufragio, pero la cartera también guardaba su identificación policial, y el agua salada no había podido borrar del plástico los datos del difunto: “Está perfecta”.  Tras informar a la familia (sus padres y su viuda) estos coincidieron en que la mejor manera de honrar a Javier López, que ya cuenta con una calle en O Castrillón, era entregar la documentación al museo policial.  Por otro lado, desde el sindicato Jupol valoraron el reconocimiento realizado a un compañero que, recuerdan, falleció en acto de servicio. El sindicato, que mantiene entre sus principales reivindicaciones la equiparación salarial, lamentó que la pensión que se entrega a la viuda sea más exigua de lo que le correspondería  un agente autonómico.