El 7 de octubre comenzó la política de tolerancia cero contra la doble fila del Gobierno local. La medida consistía ante todo en una mayor presencia de la Policía Local, sobre todo en la zona centro, para luchar contra el estacionamiento irregular que estrangulaba algunas de la calles del centro y suscitaba numerosas quejas. Pero, además, la alcaldesa, Inés Rey, había anunciado poco antes de que comenzara la campaña que se pondrían en juego las cámaras instaladas en varias vías del centro durante el plan de expansión de la Vía Prioritaria Vigilada pero por problemas técnicos, no se pudo hacer. Hasta esta semana, cuando la Policía Local comenzará a tramitar las multas detectadas.
Fuentes municipales comentaron que se destinarán a esta tarea a dos agentes veteranos . La labor de los policías será observar las grabaciones de las cámaras de vigilancia, comprobar que, efectivamente, detectan una infracción y cursar la correspondiente denuncia. Conviene recordar que estas cámaras llevan más de cuatro años instaladas en algunas de las vías más importantes y transitadas de la ciudad, como Juan Flórez, Médico Rodríguez, la avenida de Oza, Fernando Macías, ronda de Outeiro o Federico Tapia. En todo ese tiempo han estado grabando, aunque no hayan sido usadas hasta ahora para multar. De hecho, ese es parte del problema por el que no se puso en marcha: fue necesario hacer diversos ajustes.
Existe un plazo de hasta tres meses para la tramitación de estas multas, por lo que aquellos que sean “cazados” por las lentes de los equipos de control no se librarán de afrontar las irregularidades cometidas. Afortunadamente para los conductores más negligentes a la hora de cumplir la normativa, las mismas fuentes de María Pita matizan que no se tramitará ninguna multa anterior al 7 de octubre. O sea, antes del inicio de la campaña. El objetivo, señalan, es concienciar a los conductores de que deben estacionar correctamente, y no tanto sancionar. Así que los dos agentes que se instalarán en la sala de tráfico de la Policía Local, en la estación de buses, solo tendrán que rebobinar la cinta unos días para comenzar su labor sancionadora.
Ni cinco minutos
Otro punto a discutir era el plazo de tiempo que conceden las cámaras antes de sancionar y que el 092 mantiene en secreto, pero que rondaría los tres minutos. El Ayuntamiento temía un repentino aumento en el número de sanciones y entre Movilidad y Policía Local acordaron un plazo de varios minutos, que luego se iría reduciendo progresivamente (siempre por encima del mínimo exigido por la normativa de tráfico, que de todos modos permite sancionar en cuanto el conductor abandona el vehículo).
En la mente de todos se halla fresca todavía la experiencia de las cámaras de La Marina, que vigilan el tramo de la avenida de Montoto, de acceso restringido desde abril de 2017. Aquel tramo se convirtió en un verdadero coto de caza de infractores. En esos ocho meses, se llegaron a acumular más de 36.000 multas, lo que disparó el número de infracciones con respecto a otros años.
Pero la campaña no se circunscribe a calles principales o las que poseen cámaras, sino que también se está incidiendo en la vigilancia de los barrios, en los que en ocasiones la doble fila es una constante y los pasos de peatones desaparecen bajo los automóviles. Desde que comenzó, la mejora es notable, según reconocen algunos colectivos como los taxistas.
CIFRAS | |||
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37 CÁMARAS | 43 MULTAS | 80 AGENTES
| 22.000 SANCIONES |