Como en todos los municipios del cinturón metropolitano, el corte de suministro también afectó a Betanzos. Desde el Gobierno de María Barral indicaron que el comedor escolar, que en los momentos iniciales preocupó sobremanera a los responsables municipales, funcionó con normalidad y la actividad en los distintos complejos deportivos se alargó en la medida en que la luz natural permitió seguir, apuntaron también desde Betanzos.
La caída de la red semafórica causó algunas retenciones, por lo que se acordó reforzar los turnos de la Policía Local que, al igual que Protección Civil, estuvo en contacto permanente con el Gobierno de Betanzos. Lo mismo con Cruz Roja “por si se registran emergencias o situaciones de urgencia”, apuntaron desde el Gobierno de María Barral.
El cierre de negocios ante la imposibilidad de operar con normalidad y, en consencuencia, la escasa actividad en las calles, se repitieron en todos los municipios de la comarca, donde los principales problemas se vivieron en las farmacias por la caída del sistema o en las explotaciones rurales donde, como en otras ocasiones, recurrieron a los generadores, tal y como indicaron desde distintos ayuntamientos del interior de Betanzos.