El sábado, según pudo confirmar este diario, se inició la construcción del Globo de San Roque. Así, como marca el calendario, una vez terminado el curso escolar, el CEIP Francisco Vales Villamarín se convierte en centro de operaciones para el avance de unas tareas que, alejadas de los flashes de la noche del 16 de agosto, se desarrollan sin sobresaltos ni apuros pero con entusiasmo y naturalidad, de la misma manera que Claudino Pita Pandelo en 1875. Es decir, que el aerostato, convertido en símbolo de la ciudad, cumple este año los 150.

La confección exige máximo cuidado, tal y como explican desde la Fundación Globo de San Roque. Los ‘Sucesores de C. Pita’, como custodios del ingenio, se encargan de supervisar cada una de las acciones dispuestas por su creador, desde el acopio de material hasta el cosido de la boca (aro de madera), que se realiza la misma tarde de San Roque. 
 

Para empezar, el papel se corta en pequeños pliegos de 0,90 metros por 0,60. En una superficie regular, se traza la forma del patrón (uno de los dieciséis cuarterones) sobre el que se van uniendo las piezas hasta completar la figura creada por Pita. 
 

El siguiente paso es el más complicado, y requiere máxima diligencia: “Unimos los cuarterones mediante una pegadura por el borde, un pliego contra otro, con tiras de papel de 0,50 por 0,12 metros, bien empapadas en engrudo”, explican desde la Fundación Globo de San Roque. En esta operación se usa engrudo elaborado con harina de centeno, que tiene que prepararse en el momento o solo unas horas antes de utilizarlo.
 

Esta maniobra implica, además, soltura y resolución, ya que “debe hacerse rápido, de una sola vez, sin parar...” para evitar que el aerostato se deforme y esto le impida volar y mostrarse orgulloso a Betanzos. 

También el secado “ha de ser conjunto para que ‘tire’ todo al mismo tiempo” siendo esta una de las razones esgrimidas para explicar la imposibilidad manifiesta de completar su construcción en 2023.
 

En una segunda fase se incorporarán las tiras de lienzo, que aportan resistencia, y los ‘fonos’ (2,50 metros), que se colocan en las partes superior e inferior (‘boca’ y ‘periquito’) de cada cuarterón del Globo de San Roque.
 

La alcaldesa, María Barral, anunció hace unos días que, coincidiendo con los 150 años del aerostato, la noche del 16 de agosto incluirá alguna sorpresa, si bien evitó dar más detalles sobre esta cuestión: “Será algo pequeño pero emotivo. Luz y color”, indicó Barral, a la espera de conocer la agenda definitiva de las celebraciones, declaradas de Interés Turístico Nacional.