Hace una semana el Concello de Bergondo solicitó al Arzobispado de Santiago de Compostela que reformarse la zona de panteones del cementerio de Cortiñán ante el riesgo de que cayesen trozos de hormigón. Ahora, "ante a falta de seguridade e tras os requirimentos do Concello para que se dese unha solución urxente" la entidad religiosa ha procedido a clausurar de forma temporal este espacio.
El arquitecto municipal alertó en un informe del peligro que supone el deterioro en la cubierta de los nichos, que hace que se produzcan desprendimientos en el camino por el que transitan los usuarios del camposanto.
Además, se ha abierto un socavón en el suelo en el que se aprecia el paso de una corriente subterránea de agua, avisaba el Concello.