Lo que realmente nos duele

Lo que realmente nos duele

decía El Ideal Gallego del lunes que la Policía Municipal prioriza la tramitación de multas a particulares en el ocio nocturno. Y desde aquí aplaudimos la idea, porque está claro que somos tan tarugos que solo con palabras no entendemos. Y ni palabras deberían hacer falta; con imaginarse a uno mismo intentando dormir mientras en la calle están copa en mano, berreando como porcos por San Martiño, debería llegar. Pero no llega. Y, ¿qué decir del salir de casa la mañana siguiente tapándose la nariz y esquivando restos orgánicos, inorgánicos y fisiológicos de todo tipo...? Un ascazo. Me extraña que les guste hasta a los infractores -cuando les toca ser víctimas, claro-. Así pues, y como lo único que realmente nos duele es el bolsillo, es ahí por donde hay que atajar el problema. ¿Que mandamos al niño a la calle como pollo sin cabeza, sin enseñarle antes eso de la empatía y el respeto al prójimo? Pues nada, el niño vuelve a casa con una recetita de 200€ y, por la cuenta que les tiene, ya se encargarán los papás de que lo aprenda. ¿Que son los papás los desconsiderados? Pues la recetita para ellos. A ver cuántas recetitas se pueden permitir al mes, que estas no las paga la Seguridad Social. FOTO: policía realizando un control en un local de ocio nocturno | aec

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