Lo del Gobierno con ERC es como una de esas relaciones tóxicas en las que ambos juran que no quieren volver a verse pero cuando notan que la ruptura es casi real buscan una excusa para seguir enganchados. La de ahora se llama ley de vivienda. El Ejecutivo se compromete a respetar las competencias catalanas en materia de vivienda y Esquerra vota para que el proyecto siga adelante en el Congreso. Pero del apoyo a la aprobación definitiva ya hablarán cuando sea el momento, y así ganan unos meses más de reuniones, tensiones, odios, pactos... Que debe de ser lo que les gusta. FOTO: Rufián y Belarra | EFE