Hubo un tiempo en el que en este país si se era mujer, no se podía considerar como famosa hasta que salía en “topless” en alguna revista. La nómina de los pechos fotografiados es tan extensa que sería imposible repasarla. Y es cierto que algunas de esas imágenes eran pactadas. Pero otras muchas no. Y eso le pasó a la periodista Mariló Montero, fotografiada sin la parte de arriba del biquini mientas estaba de vacaciones. Ahora, una sentencia obliga a los fotógrafos a pagarle 340.000 euros por intromisión ilegítima en su honor y eso que las fotos no se llegaron a publicar. Los tiempos han cambiado para bien.