La vuelta al cole está llamando a la puerta pero el área metropolitana se niega a despedirse del verano y de sus fiestas. El caluroso ‘supersábado’ de ayer se vivió con intensidad en las comarcas de A Coruña y Betanzos, donde los platos fuertes fueron el descenso de carrilanas de Bañobre (Miño), la cigalada de Boedo (Culleredo), la verbena de Santa Cruz (Oleiros) y los festivales Castelo Conta (Culleredo) y Guísamo Folk (Bergondo).
La divertida carrera de Miño congregó a 26 participantes y decenas de personas en las cunetas. La prueba se desarrolló sin incidencias de gravedad, al margen de un joven que sufrió un choque leve y tuvo que ser revisado por el personal de Emergencias.
En Boedo corrieron las cigalas a la plancha gracias al ingente esfuerzo de los vecinos de la localidad, que se vuelcan cada año con esta cita gastronómica. Fueron unos 1.300 kilos de este producto los que se despacharon, mientras que en Castelo actuaron Alana y Ortiga y en Guísamo De Vacas, Abril, Mondra y Baiuca.