Los vecinos de la Sagrada Familia esperarán la llegada de un relevo hasta final de año

Los vecinos de la Sagrada Familia esperarán la llegada de un relevo hasta final de año
Los vecinos y comerciantes tienen su sede en el centro social | Javier Alborés

Los vecinos y comerciantes de la Sagrada Familia están a poco más de cuatro meses de quedarse sin voz. El anuncio que en este diario realizó la asociación que defiende sus intereses, con la intención de encontrar un relevo humano y generacional, no ha surtido ningún tipo de efecto ni encendido las luces de alarma entre los más jóvenes del barrio. La presidenta Noemí Ferreiro, por lo tanto, ha decidido ponerle fecha a sus planes y caducidad a la que en su día fue una de las pioneras de la lucha vecinal: El final del 2022. 
 

El mejor ejemplo de la salud de la que goza la Asociación de Vecinos y Comerciantes Paternidad-Sagrada Familia es que el nombre es más largo que la lista de personas activas. Así, con motivo de la inminente visita de la alcaldesa Inés Rey, y para transmitir las necesidades de sus representados, Noemí Ferreiro se reunió con su tesorero, Conrado Freire. Nadie más estuvo presente para alzar la voz y decir lo que se debe cambiar o no. “Somos los dos que quedamos”, comenta resignada la dirigente. “A la gente no le interesa meterse en la asociación ni quiere ningún tipo de problemas”, añade acerca de la forma en la que las nuevas generaciones perciben el asociacionismo vecinal. “Vamos a aguantar hasta el 2023, o esperar lo que queda de año”, reitera la presidenta sobre la expectativa a medio plazo.
 

A sus 70 años, Noemí Ferreiro es la decana de las presidentas vecinales de la ciudad y lleva más de tres décadas al frente de la asociación. Ha tratado con gobiernos municipales de todos los colores, desde Francisco Vázquez a Inés Rey, con cuyo equipo de gobierno sigue manteniendo contacto permanente.
Y es que a pesar de que durante este año ni se están cobrando las cuotas a los asociados ni se piden subvenciones, Ferreiro tiene pensado darle sentido a su cargo hasta el último día. “En principio urgen muchas cosas en el barrio, pero la plaza de la iglesias y las pistas deportivas parece que de momento las han dejado muy bien”, valora sobre las últimas actuaciones en la zona. 
 

La limpieza de las pintadas, así como las mejoras en la piscina son las urgencias más recientes que desde la asociación, o desde Noemí Ferreiro, se han trasladado a María Pita. A partir de enero no habrá ninguna voz autorizada que allí recuerde qué es lo que necesita  la Sagrada Famlia.

Los vecinos de la Sagrada Familia esperarán la llegada de un relevo hasta final de año

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