Los sustos suelen ser la antesala de los lamentos, o al menos en previsión de ello han decidido movilizarse los vecinos de Novo Mesoiro. Y es que, a pesar de que la alta velocidad a la que circulan los coches antes de llegar a los pasos de cebra del colegio no es nada nuevo, los últimos testimonios de algunos padres han encendido las luces de alarma. “Siempre ha habido sustos, pero el otro día una chica nos trasladó que casi atropellan a su marido y a su hijo”, afirma el presidente vecinal, Víctor Lamela. “Los coches van muy rápido y la mayoría de los padres van a buscar a sus hijos a pie”, añade. 

Son varios los factores de riesgo en la ubicación de los pasos de las calles de la Ribeira Sacra y las Fragas do Eume. La primera hora de la mañana coincide con el horario de entrada a los trabajos de la mayoría de los vecinos, y los rezagados protagonizan un cóctel peligroso con las prisas. Además, el hecho de ser una bajada, y en curva, en la zona de las Fragas do Eume multiplica los riesgos.

Los pasos de peatones de la zona ya disponen de bandas rugosas, pero ni siquiera éstas han funcionado de elemento disuasor para quienes desafían una velocidad regulada a 30 kilómetros por hora. Elevar los pasos es el siguiente paso solicitado.