O Ventorrillo fue el pasado domingo una fiesta, aunque en en ese barrio en cuestión las celebraciones forman parte del calendario con una asiduidad digna de estudio. En esta ocasión, no obstante, se trataba de acompañar y reconocer el valor de uno de los puntos más respetados y determinantes en la vida social del entorno: la cafetería Europa 92, oficialmente y según la asociación vecinal la primera en abrir en sus calles y, ahora mismo, una de las más comprometidas. Si la capacidad de convocatoria es un indicativo del valor que le dan los residentes hay que decir que O Ventorrillo desborda amor hacia uno de esos establecimientos con pinta de cafetería de toda la vida, de esas donde no existe lo vintage. Existe lo que en su día valía y jamás perdió su utilidad.

En muchos sentidos, el año 92 cambió la historia de España, pero también de un barrio que por entonces gozaba de muchos menos servicios y facilidades. Sin embargo, los que se aventuraron a la apertura del ahora bar más longevo no eligieron la Expo o los Juegos Olímpícos. Se decantaron por el último torneo internacional para el que España no logró clasificarse. No obstante, y a pesar de esa falta de tino inicial, más de tres décadas después no podrían haber tomado una decisión más acertada.

La celebración 

El 35 aniversario del Europa 92 congregó a clientes habituales, asociaciones vecinales, políticos e incluso algunos músicos de moda en los bolos de barrio. “Fue una celebración por todo lo alto y por la que pasaron centenares de vecinos”, relata Aníbal Rodríguez, vicepresidente de la agrupación que representa los intereses de la zona. “Para nosotros, el local es todo un referente, desde la época de las fiestas, cuando son los primeros en colaborar cojn lo que se les pide, al día a día del barrio. La gente quiere mogollón a Fran (Ferreiro), el gerente y responsable del local”, añade. 

Entre los invitados estuvo la concejala de Hostelería, Diana Cabanas, quien hizo entrega de una placa de reconocimiento a la labor del Europa 92 en nombre de la asociación de vecinos. Además, el obsequio curioso de la tarde fue una réplica en tres dimensiones del depósito de aguas de o Ventorrillo, para muchos la referencia del entorno. Por otra parte, la cantante italiana Nunzia Giannotta recibió una estatua a pequeña escala de Pucho Boedo, el hombre que llevó con orgullo el nombre del barrio.

 La banda The Nunzia’s es una de las más demandadas por los vecinos a la hora de organizar los festejos de O Ventorrillo y también un éxito asegurado cada vez que realiza un bolo en los bares. Para el vicepresidente vecinal. Aníbal Rodríguez, lo fundamental es que el Europa 92 siga siendo bandera de un barrio que quiere definirse por su aportación cultural. “La música no es ruido, es cultura”, sentencia el dirigente del movimento asociativo.