El TSXG ordena demoler el llamativo ‘esqueleto’ de la plaza del Padre Rubinos

El TSXG ordena demoler el llamativo ‘esqueleto’ de la plaza del Padre Rubinos
El número 22 de la plaza del Padre Rubinos | javier alborés

Desde años, los transeúntes han pasado por el cruce de la ronda de Outeiro con la avenida de Arteixo sin poder quitarle ojo al esqueleto de hormigón que sobresale varios pisos del resto de los edificios de la plaza del Padre Rubinos. Pero quizá no sea por mucho tiempo: el Tribunal Superior de Xustiza ha ordenado su demolición. 
 

El Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número cuatro ya había dictado sentencia en enero para desestimar el recurso de la empresa propietaria, Hermanos Porto García, S-L, pero el TSXG confirmó la sentencia, a requerimiento del Ayuntamiento. El edificio, que ocupa el número 22 de la plaza y cuya obra estaba paralizada desde 2011, incumplía, según el Ayuntamiento, los parámetros del Plan General de Ordenación Municipal (PGOM) de 2013. que establecía una ocupación máxima del 70% por cada planta, mientras que el edificio ocupaba el 100% (como permitía el PGOM de 1998). 
 

El edificio sustituyó a otro de cinco plantas que se demolió en 2007, pero creció en varias plantas más (bajo+entreplanta, más siete plantas de piso+planta bajo cubierta), lo que lo hizo encumbrarse por encima del resto de los inmuebles de la plaza y según la sentencia, lo convirtió en ilegalizable: “La estructura ejecutada no es susceptible de ser legalizada en el estado actual ni puede servir de base para la continuación del proceso constructivo”.
 

Posible recurso

Eso no quiere decir, naturalmente, que no se pueda pedir una nueva licencia de obra y empezar de cero. Pero, además, se puede presentar un nuevo recurso de casación ante la Sala Tercera del Tribunal Supremo o ante la Sala correspondiente del TSXG dentro de 30 días. Sin embargo, es poco probable que esta acción consiga hacer nada más que retrasar lo inevitable.
 

Una vez se ejecute la sentencia, la ciudad se librará de uno de los testimonios más evidentes del estallido de la burbuja inmobiliaria. En los últimos años, y muy lentamente, han ido desapareciendo estos inmuebles. La mayoría han conseguido una nueva licencia de construcción y han reanudado la actividad, mientras que otros todavía están envueltos en procedimientos legales que parecen no tener fin.

El TSXG ordena demoler el llamativo ‘esqueleto’ de la plaza del Padre Rubinos

Te puede interesar