¿A qué temperatura empieza a afectar el calor a la salud de los coruñeses?

Sanidad presenta el Plan Nacional de Calor 2025, adaptado a cada zona de España
¿A qué temperatura empieza a afectar el calor a la salud de los coruñeses?
Dia de calor en A Coruña | Quintana

El Ministerio de Sanidad ha presentado este jueves el Plan Nacional de Actuaciones Preventivas de los Efectos del Exceso de Temperatura sobre la Salud 2025, que tiene como objetivo reducir el impacto sobre la salud de la población como consecuencia de las olas de calor e incluye como novedad la adaptación de los niveles de riesgo a los factores que aumentan la vulnerabilidad de las personas ante el calor.


"El calor extremo y las olas de calor ya están aquí y todo indica que van a seguir yendo a más y cada vez son más frecuentes, son más intensas, cada vez duran más y cuando las temperaturas no dan tregua ni de día ni de noche, el cuerpo humano sencillamente no tiene tiempo para aclimatarse y para recuperarse. Se sobrecarga, se agota y eso en muchas personas puede traducirse en enfermedades graves e incluso en golpes de calor que son letales", ha destacado la ministra de Sanidad, Mónica García, en la presentación de este Plan.


Al hilo, ha recordado que el calor extremo se ha situado como la principal causa de mortalidad asociada al cambio climático en los últimos tres años, produciendo 4.813 muertes en 2022; 3.009 en 2023; y 2.012 en 2024. "La mortalidad asociada al calor es solo la punta del iceberg, de la punta de una pirámide. El calor aumenta los accidentes laborales, aumenta las hospitalizaciones, las noches sin dormir y (...) también puede agravar situaciones de violencia de género", ha añadido.


En este contexto, ha reivindicado la utilidad de las acciones orientadas a la preparación frente al calor, como es el Plan de Altas Temperaturas, que actúa como "herramienta de prevención, de coordinación y de respuesta". "Toda la evidencia científica nos dice que cuanto más nos tomamos en serio el calor y las olas de calor y cuanto más preparados estamos, menores son sus efectos sobre la salud, menos noches sin dormir, menos visitas al hospital y menos muertes", ha insistido.


El Plan Nacional frente a las olas de calor lleva activo desde el pasado 16 de mayo y se extenderá hasta el 30 de septiembre, como mínimo, ya que el documento contempla un criterio de flexibilidad que permite su activación tanto los 15 días previos como los 15 días siguientes al periodo señalado. Su diseño se apoya en un sistema de alerta basado en predicciones meteorológicas y datos de mortalidad diaria, identificando riesgos de forma precoz y estableciendo niveles de intervención según la intensidad térmica y el impacto sanitario previsto.


Según describe el propio plan, el Ministerio de Sanidad valora a diario la información proporcionada por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) sobre las temperaturas máximas esperadas para ese día y los dos días siguientes, y establece los niveles de riesgo correspondientes, que comunica a cada comunidad autónoma afectada para poner en marcha de forma conjunta las medidas necesarias.


Existen cuatro niveles de riesgo: nivel 0 (verde), de ausencia de riesgo; nivel 1 (amarillo), de ajo riesgo; nivel 2 (naranja), de riesgo medio; y nivel 2 (rojo), de alto riesgo.


A través del Plan, España se divide en 182 zonas de meteosalud, una novedad que se introdujo el año pasado para dividir el territorio nacional en aquellas áreas que tienen unas condiciones meteorológicas más o menos similares a lo largo del año. Para cada una de estas zonas, el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) ha calculado cuál es la temperatura umbral de impacto en salud, es decir, la temperatura a partir de la cual se observan aumentos significativos en mortalidad.


"Esto es importante porque, por ejemplo, en zonas como A Coruña, esa temperatura de umbral en salud es de 26,6 ºC. A partir de esa temperatura empezamos a ver problemas de salud en las poblaciones más vulnerables, pero en una población como Córdoba, donde la gente está más adaptada, donde las ciudades están más adaptadas y las viviendas están más adaptadas, esa temperatura de impacto, por ejemplo, sería muy superior, en torno a 40 ºC", ha detallado el responsable de Salud y Cambio Climático del Ministerio de Sanidad, Héctor Tejero.
 

"El calor nos afecta a todos, pero no nos afecta a todos por igual. Es muy dependiente de la existencia de factores de riesgo", ha aseverado Tejero. En concreto, ha apuntado que hay factores personales que aumentan la vulnerabilidad frente al calor, como es la edad, estar embarazada o bajo algún tratamiento médico; factores de salud como padecer alguna enfermedad crónica; y factores sociolaborales, como son vivir solo, en la calle o en viviendas que no están bien aclimatadas, etc.


"Entonces, a una determinada temperatura, un día concreto, se puede ver que habría una vulnerabilidad que aumenta de forma escalonada. Tendrías la población en general, los menores de 65, sin factores de riesgo, que tendrían un riesgo menor. Luego tendrías un riesgo mayor para los mayores de 65 o aquellos menores de 65 años con múltiples factores de riesgo; y el riesgo mayor siempre va a ser para aquellas personas de edad avanzada que tengan, además, factores de riesgo", ha precisado.


Por ello, la principal novedad del renovado Plan es la introducción de una explicación sobre las implicaciones que tiene cada nivel de riesgo adaptada a dichos factores de vulnerabilidad y condiciones personales.


Teniendo esto en cuenta, los niveles de riesgo pueden interpretarse de forma que un nivel de riesgo amarillo supone riesgo leve para personas mayores de 65 años con otros factores de riesgo. Un nivel de riesgo naranja supone riesgo leve en población general sin factores de riesgo, riesgo moderado para personas mayores de 65 años o menores de 65 años con múltiples factores de riesgo, y riesgo elevado para mayores de 65 años con otros factores de riesgo adicionales.


Por su parte, en nivel de riesgo rojo supone riesgo moderado en población general sin factores de riesgo, riesgo elevado para personas mayores de 65 años y menores de 65 años con algún factor de riesgo, y riesgo extremo para mayores de 65 años con otros factores de riesgo adicionales.


"De esta forma, los niveles de riesgo los hacemos con más aterrizados y más centrados en la gente, para que sea más sencillo para todos los cuidadores y para las personas saber, en función de sus vulnerabilidades concretas, que conocen mejor que nadie, adaptar esos niveles generales de riesgo de las zonas en medio de salud", ha destacado Tejero.


Asimismo, el Plan Calor incluye un sistema de avisos para la ciudadanía, que puede consultarse a través de meteosalud.es, desde la página web del Ministerio de Sanidad, donde se puede observar el nivel de riesgo para cada día en cada zona meteosalud. Este sistema incluye un sistema de suscripción gratuito para recibir las alertas por SMS y por correo electrónico.

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