El pleno municipal aprobó el pasado mes de julio la tasa turística, con los votos en contra del PP. El objetivo, según anunció el Gobierno local, es comenzar a aplicarla en septiembre, pero el sector hotelero advierte de que no será posible hacerlo el día 1 y, por ahora, no pueden concretar una fecha fija para su implantación.
“Todavía no se ha publicado en el BOP –Boletín Oficial de la Provincia– y la mayoría de las empresas solicitan esta publicación para ver qué es lo que realmente tenemos que modificar. Por lo tanto, estamos esperando. El Ayuntamiento es consciente de que no va a dar tiempo a hacerlo para el día 1, pero vamos a intentar estar al día lo antes posible, aunque no tenemos fecha definitiva para poder hacerlo”, señala el presidente de la Asociación Empresarial de Hospedaje de A Coruña (Hospeco), Agustín Collazos.
Por su parte, el concejal de Turismo, Gonzalo Castro, señaló ayer que “se están producindo contactos, reunións e intercambio de opinións e suxerencias co sector da hospedaxe da nosa cidade. Supoño que ao longo do mes se seguirá a profundizar niso. Son reunións que se están impulsando desde a Consellería de Facenda para realizar propostas de carácter fiscal, porque non deixa de ser unha taxa”.
La tasa consiste en el pago de entre 1 y 2,5 euros por pernoctación y espera recaudar 2,6 millones de euros este año (a pesar de que solo estará en vigor cuatro meses), que dedicará en un 80% a inversiones en turismos sostenible, socorrismo, seguridad y limpieza.
“Apostamos por un turismo que xera valor e que mellora a cidade”, aseguró el portavoz municipal, José Manuel Lage, que descartó las advertencias de que podría reducir el turismo, señalando que no ha ocurrido así en Lisboa o Barcelona, por ejemplo. El turismo de congresos (MICE) estará exento si la estancia inferior a cinco días, dado que el Ayuntamiento quiere promocionar esta clase de turismo. Además, los cruceros no tendrán que pagar hasta el próximo año.
A Coruña será la primera ciudad gallega en implantar este recargo, criticado por el sector hotelero, ya que considera que el nivel anual de ocupación media de la urbe (60%) no es suficiente para comprender esta decisión. El presidente de Hospeco –también director del NH Collection Finisterre– afirma que “seguimos considerando que es un error y que no procede en una ciudad con el 60% de ocupación media anual, ya que está lejos de ciudades que tomaron esta decisión, como Barcelona, con un 85% de ocupación anual media”.