Reyes Martel: “Los chicos entraron en la plaza del Obradoiro cantando ¡Santiago, para el volcán! y paró ese mismo día”

Reyes Martel: “Los chicos entraron en la plaza del Obradoiro cantando ¡Santiago, para el volcán! y  paró ese mismo día”
Reyes Martel, en un restaurante de Las Palmas

La titular del Juzgado de Menores número uno de Las Palmas es también de una asociación llamada UP2U (Depende de ti) que organiza estos viajes que pretenden ofrecer una segunda oportunidad a los adolescentes que se han metido en problemas. Como la isla de Gran Canaria tiene su propia ruta jacobea, que parte de la localidad de Galdar, se convierte en un punto de partida ideal para un nuevo comienzo. De allí viajan en avión hasta A Coruña y de allí hasta Santiago en un viaje de varios días que, a menudo, resulta muy espiritual.


¿Es usted pionera?

No. Hay además un abogado coruñés, que forma parte de la Academia Xacobea, Xosé Ricardo Pardo, que hizo uso de mis sentencias para un libro y que narra lo que se tiene que conocer: que el Camino de Santiago se utilizó en la Edad Media para redimir penas, tanto civiles como penales. Hoy día, esa posibilidad solo existe en España, y se puede aplicar a través de la Ley de Responsabilidad Penal del Menor.


¿Quién fue el primero entonces?

El juez decano Emilio Calatayud fue el primero al que se le ocurrió utilizar el Camino, y luego yo, un día, en una reunión con los peritos tratando de encontrar herramientas para promover valores lo recordé. El Camino es ideal: promueve la lucha por una meta, la capacidad de frustración. “No puedo, te puedo ayudar, mañana tú me puedes ayudar a mí...”. Y no lo hacen solos, lo hacen con educadores, con sus padres con los que a lo mejor han tenido problemas. Y los resultados son tales que en esta última edición había chicos como voluntarios que fueron beneficiarios.


¿Cuál es la ruta?

Hacemos el Camino aquí en Gran Canaria, pero no da para cien kilómetros, y se me ocurrió tener una compostela laica o religiosa, pero que sea el objetivo, porque ellos necesitan un objetivo. Solo sacarles de su entorno es ya una aventura. No son solo los chicos canarios: en 2019 había chicos de otras comunidades derivados por entidades y juzgados de menores, con la pandemia se cortó la dinámica, pero el año pasado se juntaron seis comunidades autónomas, no solo menores con condenas. También se hace como prevención.


¿Cómo definiría el resultado?

La mezcla es una terapia intensiva para todos, incluso para los que han tenido la fortuna de no pisar un juzgado de menores o un hogar de protección, pero que les hace valorar más la suerte que han tenido.


¿Por qué el Camino Inglés?

Somos atlánticos, igual que el Camino Inglés, y tenemos mucha relación con las islas británicas, y porque fue el primer camino que permitía que se reconocieran los kilómetros que se hacen aquí en Gran Canaria. La experiencia ha sido preciosa y siempre lo hacemos desde A Coruña, porque tenemos que encajar las clases, y eso es difícil de hacer si se empieza desde Ferrol.


¿Algo que eche en falta?

Es una experiencia increíble pero en 2019 tuvimos muchos problemas con el tema de albergues, porque son muy chiquititos, y nosotros éramos un grupo enorme. Partimos de A Coruña y es una ciudad preciosa, y la parte antigua es espectacular. Salimos de la iglesia de Santiago, y nos hubiera encantado quedarnos allí, pero no pudimos porque éramos 302 personas, de los que 200 eran menores. Nos tuvimos que quedar en el albergue juvenil de Gandarío. El año pasado, fuimos con menos chicos, fuimos unos 50 por la pandemia y tampoco pudimos.


¿Ha recorrido otras rutas?

He hecho el Francés y el Primitivo porque el camino es una experiencia única. Para mí, por supuesto, pero para los chicos también. Una chica que venía de Murcia, que estaba en un centro de internamiento, con su madre terminal, con unas circunstancias familiares muy duras y en el Camino conoció a otra familia y justo cuando llegó a Santiago, decidió reconducir su vida,.


¿No le molesta nada de Galicia? ¿Y la lluvia?

Una cosa me fastidia muchísimo: ¿Por qué siempre habláis del tiempo? Galicia no es el norte de Europa. Llueve más que en el sur, pero lo interesante del Camino es hacerlo con lluvia. Cuando el año pasado fuimos en diciembre me decían: “¡Estás loca!”.


¿Cómo fue aquella vez?

Santiago estaba con nosotros: hubo un tiempo espectacular con chiquichiqui (llovizna) y entraron los chicos en la plaza del Obradoiro cantando “¡Santiago, para el volcán!”. Todos lo cantaban: musulmanes, cristianos... Y ese día, el volcán de Cumbrevieja paró.


¿Es cierto eso?

Está grabado.

Reyes Martel: “Los chicos entraron en la plaza del Obradoiro cantando ¡Santiago, para el volcán! y paró ese mismo día”

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