Es habitual que, durante los cinco días que dura la Feira das Marabillas, desde el Ayuntamiento instalen urinarios portátiles para evitar que las calles huelan mal.
Este año han optado por unos baños abiertos y que permiten orinar a tres personas a la vez, pero el PP de A Coruña considera esta medida un problema, ya que desprenden malos olores, además de, según Carlos San Claudio, concejal popular, dar mala imagen al casco histórico de la ciudad.
A esta queja se sumaron los vecinos de la zona, que han conseguido que, en el día de la inauguración de la feria, los retiren.
"Es evidente que tiene que debe haber baños químicos porque es una feria que dura seis días, que tiene muchísima afluencia de visitantes y los propios feriantes también necesitan tener aseos químicos en la zona", explicó la alcaldesa, que aseguró que habrían hablado con la organización porque en un lugar "donde durante seis días está lleno de gente y de niños no tenía ningún sentido", ni la ubicación ni el tipo de urinario.