Reportaje | Historia de un apellido ilustre de la ciudad coruñesa: Pardo Bazán

Reportaje | Historia de un apellido ilustre de la ciudad coruñesa: Pardo Bazán

El progenitor de doña Emilia Pardo Bazán, José María Silverio Pardo Bazán y Mosquera, natural de la Coruña, nacido el 20 de junio de 1827, fallece en dicha ciudad el 23 de marzo de 1890, llega a ser un prolífico abogado y político, siendo Diputado a Cortes en 1855-1856 y 1869-1871. En 13 de junio de aquel último año, el Papa Pío IX, le concede el título de conde de Pardo Bazán, por su postura en la defensa de la Iglesia en las Cortes de 1869. Título Pontificio que heredera su hija. Quién el 19 de septiembre de 1879, hace constar al ayuntamiento, que su casa, de la calle Tabernas 4 (antes Mendizábal) 9 moderno, está denunciada como ruina, y será levantada toda, de nueva planta, compuesta de bajo y cuatro altos, incluida la buhardilla, la cual quedará retirada 2,5 metros de la fachada.


Por su parte, el arquitecto Juan de Ciórraga, en su informe de fecha 26 del propio mes, indica; que puede concederse el permiso solicitado con sujeción al plano de fachada que acompaña, con una extensión de 418 m2, que comprende el solar de la finca, siendo concedida la licencia en la sesión plenaria del 27 de septiembre.


José María, casa con Amalia de la Rúa-Figueroa y Somoza, naciendo de esta unión una preciosa niña que se llamará Emilia, Antonia, Socorro, Josefa, Amalia, Vicenta, Eufemia, Pardo Bazán de la Rúa-Figueroa, el 16 de septiembre de 1851, la cual crecerá en un entorno familiar que le inculcará su amor por la cultura. La lectura, acabará siendo su pasión y la escritura de sus obras así lo demuestran. Su padre estaba convencido de los derechos que le asistían a la mujer en la sociedad y doña Emilia, acaba por convencerse de su papel fundamental en la sociedad que cada mujer tenía. De modo, que se le dio la mejor enseñanza posible y con ello adquiere la mejor formación académica de la que hizo gala a lo largo de su vida, pese a las constantes piedras que se interpusieron en su camino, por ser mujer.


Esta acabará siendo una famosa novelista, ensayista, crítica literaria, poetisa, traductora, conferenciante, etc. Pondrá por encima de todo, los derechos que asisten a la mujer, a la cual la sociedad de entonces, no le otorgaba como debiera ser, por haber nacido mujer y estar encasillada en un círculo constreñido a su papel de mujer, madre de sus hijos y fiel esposa, con lo que, su espacio era muy reducido en la sociedad, algo en lo que doña Emilia no acababa de entender, por ser una persona con un gran carácter y una sólida formación intelectual y humanista. Ella decía con frecuencia que era una feminista convencida y según su criterio, la mujer debía tener todos los derechos, que tenía el hombre, doña Emilia, fue una mujer que aparte de novelista y escritora, su vida social fue muy intensa.


Entre sus obras destacan La Tribuna, de 1883, la cual es considerada la primera novela de carácter social, en cuya trama, da vida a la mujer trabajadora en la figura de Amparo, una cigarrera luchadora por los derechos de la mujer, de la Fábrica de Tabacos de la Coruña. Siendo su obra más popular, la considerada novela de Los Pazos de Ulloa, de 1886, entre sus numerosas obras escritas. Aquí sería muy largo detallar todas y cada una de las mismas, habida cuenta que su vida fue intensa e interesante a la vez.


El Condado de Pardo Bazán, le instituye el monarca Alfonso XIII el 30 de junio de 1908, al reconocer el otorgado en su momento por la Santa Sede, en la Primera Condesa, Emilia Pardo Bazán de la Rúa-Figueroa, cambiando su nombre el 27 de mayo de 1916 por el de Conde de la Torre de Cela, siendo la Condesa, Emilia Pardo Bazán, la primera en ostentarlo en dicho año. Su titulo de sucesión de Condesa del Pontificio de Pardo Bazán, que disfrutaba su difunto padre, le es reconocido en el derecho de su uso legítimo. En 1979, vuelve a retomarse el anterior patronato de Condado de Pardo Bazán, que sigue en vigor.

 

Boda adolescente

La Condesa de Pardo Bazán. Doña Emilia, se casa a la edad de 16 años, con José Fernando Quiroga y Pérez de Deza, quién a la sazón contaba, con 20 años, y era estudiante de derecho, de esa unión nacen los hijos; Jaime Quiroga Pardo Bazán, María de las Nieves Quiroga Pardo Bazán y María del Carmen Quiroga Pardo Bazán. Con el tiempo y debido a la actividad tan intensa de su esposa ambos cónyuges  acaban por separarse de forma amistosa y doña Emilia, acaba por tener pareja con el escritor Benito Pérez Galdós.   
Doña Emilia fallece en Madrid, el 12 de mayo de 1921. a las 12 horas. Al momento de su óbito tenía en sus manos el libro “Vida y procesos del maestro Fray Luis de León”. El cual es donado al Ayuntamiento coruñés por el Conde de la Torre de Cela. 


Será enterrada en la Basílica de la Concepción de Nuestra Señora y Sacramental de San Lorenzo y San José de Madrid. Había llegado a ser miembro de la Real Academia Gallega, siendo la casa de la calle Tabernas, legada a dicha Institución académica y Casa Museo de Emilia Pardo Bazán. 


En la sesión plenaria del 12 de febrero de 1900, el Ayuntamiento de la ciudad de La Coruña acuerda dar su nombre a una calle longitudinal en el Ensanche coruñés y el 11 de octubre de 1916, se lleva cabo el homenaje a su figura humana. Con motivo de la inauguración del monumento levantado en los Jardines de Méndez Núñez, dedicado a doña Emilia Pardo Bazán. 
 

Reportaje | Historia de un apellido ilustre de la ciudad coruñesa: Pardo Bazán

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