Las rebajas de verano llegaron antes, como es habitual, en la página web de las tiendas. Pero los hay quienes siguen tirando de lo tradicional y prefieren probarse las prendas. Así, antes de las 10.00 horas, cuando la ropa ya tenía aplicados los descuentos en los comercios, decenas de personas esperaban para acceder al interior de establecimientos como Zara de la calle Compostela. Eso sí, por la mañana hubo menos afluencia de lo normal en la primera jornada de descuentos.

Una de las personas que se acercó al lugar, pasadas las 11.00 horas, fue Raquel Jiménez, quien reconoció que no tenía pensado acudir porque ya había llenado su cesta en la aplicación móvil de Zara, pero que finalmente fue: “Había unas sandalias que no conseguí y vine a ver si las tenían”. Al final, su compra no solo se limitó a unos zapatos, y es que su bolsa hablaba por sí sola. “Caí y acabé gastando más de lo que pensaba”, dijo.

Con ella iba Lucía Santos, todavía con las manos vacías: “Este año decidí comprar solo algo que me pareciese un ‘chollo’ de verdad y todavía no lo he encontrado. Miraré alguna tienda más, pero no he visto grandes descuentos”, explicó a su paso por la calle Compostela.