Gran parte de la labor de la Patrulla Verde es velar por el bienestar de los animales, aunque en esto tiene que competir con las personas que se dedican a cuidar de los gatos callejeros. A pesar de que está prohibido alimentarlos, es muy habitual encontrar comederos ilegales. El año pasado, fueron doce. Sin embargo, fuentes policiales consultadas confiesan que rara vez multan tampoco por este motivo, dado que muchas de estas personas son señoras de avanzada edad y pensionistas.
El Ayuntamiento mantiene una serie de colonias felinas, gestionadas por voluntarios, donde los animales son castrados y alimentados apropiadamente, pero es difícil poner coto a estas entusiastas voluntarias. Por otro lado, también han tenido que incautarse de animales en nueve ocasiones, y han detectado doce casos de abandono y cinco de maltrato, cifras muy similares a las de 2023. Han tenido que realizar 45 comprobaciones del estado de animales, y en casos extremos, se han registrado heridos o muertos. Fueron solo seis en 2024, lo que es una mejoría si se compara con los once del año anterior. Otro punto positivo es que no se han detectado ventas ilegales de mascotas, lo que supone un avance en la concienciación del bienestar animal.