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viernes | 19 abril | 2024
El 16 de noviembre, un dispositivo de búsqueda localizó el cadáver de un octogenario cerca de la cuarta ronda. Se habían utilizado toda clase de medios, incluso un dron, por tercera vez en A Coruña. Aunque es un recurso relativamente, nuevo, los agentes de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) que se encargan de buscar a desaparecidos están haciendo de él un uso cada vez más frecuente.
“Se está utilizando bastante. Antes empleábamos helicópteros, pero los drones se pueden acercar más”, comenta un inspector, que advierte que el aparato no es más que un complemento: “No sirve, por ejemplo, para las calles, donde de todos modos hay testigos. Lo usamos en zonas costeras o en rurales (no muy arboladas), como Elviña, o la del Ofimático, donde nos ofrece otra perspectiva”. También se utiliza la Unidad de Guías Caninos, por ejemplo, marcando zonas donde puedan trabajar, e incluso han venido GEOS de Guadalajara, así como Salvamento Marítimo.
Las llamadas de los testigos siguen siendo la mejor fuerte de información "os testimonios son casi lo que más", así como el trabajo policial, que permite recopilar datos sobre las costumbres de los desaparecidos. Acceder a las redes sociales, en el caso de los jóvenes, resulta muy útil. "Hemos encontrado gente desaparecida activa en Instagram, por ejemplo. Una vez localizamos uno en Londres y le enviamos un mensaje", recuerdan.
Desde la UDEV recomiendan a los familiares de los desaparecidos denunciar enseguida, sin esperar esas 48 horas que muchos consideran de rigor. “No hay que esperar nada porque en el momento en el que se denuncia ya hay un señalamiento, y esa figura como desaparecida. Cualquier patrulla puede encontrarse con ella. Y nosotros podemos empezar a investigar. Esperar es peor”.
En el caso de personas mayores que se despistan, es aconsejable llevar dispositivos de localización o una aplicación en el móvil, pero la mayoría se niega, y se requiere el permiso del usuario pero, en todo caso, desde la UDEV señalan que la mayor parte de los casos que tienen al año (menos de cien) acaba felizmente. "Hay casos de personas que nunca han aparecido, porque aquí tenemos una desventaja: la zona de costa. Puede ser que el mar te de lo devuelva y puede ser que no. Hemos encontrado gente que por caída accidental o voluntaria pues...", señalan.
También es útil publicar los datos del desaparecido a través de las redes sociales. "Una desaparición puede tener muchos finales, pero es el investigador el que decide si debe hacerlo", apuntan. Pero en el caso de personas mayores, suele colgarse las fotos en las redes sociales. Los menores de edad suelen desaparecer a menudo, pero por muy poco tiempo, porque sus padres los echan de menos enseguida, pero suelen aparecer también rápidamente.
