La Policía examina horas de grabación extraídas de los teléfonos confiscados al sindicato coruñés STL

La Policía examina horas de grabación extraídas de los teléfonos confiscados al sindicato coruñés STL
Agentes de la Policía Nacional entran en la sede de STL | Patricia G. Fraga

La investigación que llevó a detener a dos miembros de la directiva del sindicato STL (uno de ellos, su secretario general), detenidos por la Policía Nacional la semana pasada por corrupción en los negocios, blanqueo de capitales y estafa, continúa. La Brigada Provincial de la Policía Nacional examina varios teléfonos móviles que se ha incautado y en los que ha hallado horas y horas de grabación. Fuentes bien informadas señalan que el responsable de STL tenía por costumbre grabar sus reuniones y conversaciones. Sobre todo, las que mantenía con las empresa concesionarias del servicio de recogida de basura y de limpieza, así como con los responsables municipales. 


Hay que tener presente la importancia de STL en este sector a nivel local. Se trata del sindicato mayoritario en ambas concesiones y, a lo largo de los años, habían protagonizado varias huelgas, sobre todo en el servicio de recogida de basura, con las que presionaban a la empresa (primero Cespa y luego PreZero-Cespa) y al Ayuntamiento. Todos los gobiernos locales, sin importar el color político, han tenido que soportar alguna huelga del sector.
 

La última protesta tuvo lugar hace casi un año, en marzo del año pasado. Para lograr la paz, PreZero accedió a retirar las sanciones por bajo rendimiento que impuso a 14 trabajadores, así como a varios representantes sindicales por la campaña de sabotajes, con 23 camiones pinchados, dos calcinados y más de 50 contenedores quemados.
 

La “mordida”     

Uno de los delitos que se achaca a STL, la de corrupción de negocios, significa que el sindicato cobraba a los aspirantes a un empleo una “mordida”. “El sistema de funcionamiento de la red sería, a grandes rasgos, que las empresas adjudicatarias habrían cedido gran parte de la selección del personal contratado a los detenidos”, señala la Policía Nacional.
 

Solo gracias a esta competencia, impropia de un sindicato, pudieron amasar los detenidos unos 250.000 euros en un año. Aún se ignoran las consecuencias para las adjudicatarias. Si se sabe, en cambio, que los trabajadores se consideran víctimas de una estafa, porque disfrazaban la comisión como algún gasto corriente. Solo algunos se dieron cuenta de lo que ocurría y, cuando dejaron de pagar, fueron despedidos bajo algún pretexto, como bajo rendimiento. Fueron estas víctimas las que denuncian a la Policía Nacional lo que estaba ocurriendo. 

La Policía examina horas de grabación extraídas de los teléfonos confiscados al sindicato coruñés STL

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