Piezas audiovisuales para poetizar y transformar la realidad

La Fundación Luis Seoane abrió ayer sus puertas a una nueva exposición que abraza al audiovisual más cercano a la pintura, un cine muy plástico. Las obras del cineasta Lois Patiño protagonizan ‘Lois Patiño. Marea’, un proyecto que se podrá ver hasta el 4 de abril.
 

El proyecto, explica el propio cineasta, nace de la colaboración con el comisario de la muestra, Alberto Carton, con el que lleva colaborando varios años para “darle forma a esta exposición de carácter retrospectivo”. La misma nace con una “triple vertiente”: la muestra en la Luis Seoane, un ciclo dedicado a sus creaciones los días 27, 28 y 29 de febrero en la Filmoteca de Galicia y una segunda muestra en el centro Torrente Ballester de Ferrol, en mayo.
 

Para la Fundación Seoane, se han centrado en sus creaciones, una obra “que dialoga con la experiencia contemplativa, con la relación del ser humano con el entorno, una experiencia íntima y meditativa”, apunta Patiño.
 

La muestra se podría dividir en dos partes. Por un lado, ‘Hadal’, “gira en torno a la experiencia subacuática”, abordando la “percepción alterada” bajo el mar. Este apartado cuenta con piezas como ‘Sol rojo’, en la que se aprecia un buzo en suspensión bajo el agua y que “habla de la idea de sincronización del ser humano y el entorno”. También cuenta con una videoinstalación abstracta, con oleaje grabado en la Costa da Morte, y que se inspira en la pintura de paisaje zen. La tercera pieza es la pieza lumínica ‘Narcosis’.
 

Por otro lado, muestra en la fundación ‘El sembrador de estrellas’, un cortometraje que grabó en Tokio en 2022. Se trata de una creación “contemplativa”, grabada en el Tokio nocturno, y en la que vuelve a abordar la “idea de lo espectral, lo onírico, que es también el ambiente en el que te sumerges cuando entras en la exposición, algo muy importante para mí”, indica Patiño, sobre este viaje “a un mundo espectral”.
 

Sobre sus obras, el cineasta apunta que “lo que he intentado siempre, además de buscar imágenes muy pictóricas, es aproximar el cine a la pintura, tratar de llevar al espectador a una experiencia alterada del espacio y del tiempo, a partir de una pausa y calma”. Porque “es algo que me interesa, poetizar lo real, tratar de transformar lo que veo, la realidad”, asegura el creador audiovisual gallego.