Cuando Abel Caballero, alcalde de Vigo, presentó la reforma del estadio de Balaídos dijo que iba a ser el Guggenheim del fútbol. Ahora es la ciudad de Nueva York la que va a 'copiar' una idea. En este caso, una nueva obra pretende convertir el East River en O Parrote neoyorquino.
Y es que la ciudad americana ha presentado las obras para crear una piscina "flotante y autofiltrante que reiventa el baño urbano". Es decir, como la plataforma flotante que se está construyendo ahora mismo en O Parrote.
Nueva York pretende que sus habitantes se puedan bañar en el East River, un río conocido por su contaminación. Para ello, colocará una piscina flotante en el curso fluvial. El plan es generar una cruz con brazos dedicados a zona infantil, área de entrenamiento deportivo, espacio de relajación y zona de actividades recreativas, para que en el centro de ellos se sitúe una gran piscina de 800 metros cuadrados con capacidad para cientos de bañistas. Sus impulsores la definen como "la mayor inversión pública en instalaciones acuáticas desde los años 30 del siglo pasado". Para captar el agua, se instalará un sistema de filtración que eliminará los residuos sólidos, bacterias y contaminantes sin necesidad de cloro ni aditivos, un proceso que permitirá filtrar cuatro millones de litros diarios para abastecer la piscina y también devolver el agua más limpia al entorno.
La construcción de la futura plataforma de baño de O Parrote sigue según el calendario previsto, que apunta a septiembre para su estreno. Esta semana llegaron los primeros pantalanes, o módulos flotantes, que formarán parte de la estructura. A partir del día 19 será el turno de recibir las vigas prefabricadas del inmueble que se construirá en el recinto.
En total son doce los pantalanes que llevará la estructura flotante, de 5 metros de ancho y 12 de largo. Tras su instalación, la última parte del trabajo será la ejecución del pavimentado en madera que cubrirá la superficie de los pantalanes. Con una inversión de 2,9 millones de euros, esta infraestructura permitirá desarrollar actividades náuticas de recreo con una capacidad para 60 personas, más otras 250 en el graderío.