La paliza a un joven en Os Mallos aviva la tensión vecinal en el barrio

La paliza a un joven en Os Mallos aviva la tensión vecinal en el barrio
La acera del número 137 de la ronda de Outeiro / Quintana

Los vecinos de Os Mallos dieron la alarma en la madrugada del jueves. Un grupo de entre ocho y diez personas agredió, cerca de las 23.00 horas, a un joven al que sacaron del número 137 de la ronda de Outeiro, un edificio que ya ha sido señalado en reiteradas ocasiones como punto conflictivo del barrio.


Si bien se desconocen las causas, en un vídeo grabado por un residente de la zona se puede ver cómo un grupo de jóvenes saca a la fuerza a otro del interior del inmueble, mientras le propinan patadas y puñetazos e incluso utiliza lo que parece ser un palo metálico para golpearle. Los testigos aseguran que, cuando el afectado se encontraba en el suelo, sus agresores abandonaron el lugar. Una ambulancia acudió al lugar para trasladarlo al hospital y la Policía Nacional investiga los hechos. Este suceso aviva todavía más la tensión en el barrio, señalado en los últimos meses como uno de los epicentros de la okupación en la ciudad.


La alcaldesa, Inés Rey, condenó estos hechos y aprovechó para exigir a la Delegación del Gobierno “más efectivos de la Policía Nacional en las calles para garantizar la seguridad de un barrio que es tranquilo”. La regidora insistió que las competencias de seguridad ciudadana son de la Delegación y de la Policía Nacional, no de la Local. Esta última, dijo, “refuerza, acompaña y trabaja de la mano de la Policía Nacional cuando se le requiere”.

 

 

 

 

 

  

 

“Es la gota que rebosa el vaso”


Los vecinos de la zona ya están cansados de ser el centro de atención por estas circunstancias. Desde Distrito Mallos, José Salgado (que además regenta el aparcamiento cuya salida se encuentra a la altura del 137) comentó que “todos los días desde las 22.30 hasta las 04.00 horas esto es una discoteca. No solo hay peleas, que son cosas puntuales, sino que diariamente hay bebida en las calles, suciedad y ruido”. No es la primera vez que las entidades vecinales del barrio se pronuncian sobre este edificio y los establecimientos que lo rodean, pero su existencia, o más bien, falta de control, producen “una sensación de inseguridad muy grande”. Salgado incluso señala la presencia de tres clanes diferentes en las reuniones que se producen en el exterior de este inmueble cada día.


Desde la plataforma Os Mallos Unidos dicen que “esta es la gota que rebosa el vaso de las protestas que llevamos haciendo tanto por escrito, como por redes sociales y manifestaciones. Ya no sabemos qué hacer para que nos hagan caso”. Siendo conocedores de que la seguridad depende de la Delegación del Gobierno, se preguntan “para qué sirve la concejalía de Seguridad Ciudadana, que también tiene que velar por el bien de los ciudadanos. Muchas veces hemos recibido negativas de la Policía Local porque dicen que no hay efectivos suficientes”. Tras su visita el propio miércoles al barrio, el portavoz del PP, Miguel Lorenzo, se refirió a la paliza de Os Mallos al afirmar que “hay preocupación. La gente tiene que sentirse segura y eso en A Coruña no está pasando en este momento”. Por ello, instó a recuperar la patrulla de barrio y terminar con la okupación.


“Debemos de garantizar que los desalojos se produzcan en 24 horas, que la Ley no conceda el derecho a empadronarse a una persona que okupa una casa o que se hagan rebajas en el IBI a quienes sufren un allanamiento”, señaló en una entrevista telefónica sobre la ciudad. 

 

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