El precio del alquiler en A Coruña sigue su imparable ascenso. No es la primera vez que se lleva a cabo esta afirmación, y la tendencia hace pensar que no será la última: nunca antes ha sido tan caro alquilar un piso en la ciudad. Según los últimos datos de la plataforma inmobiliaria Idealista, correspondientes al mes de abril, el metro cuadrado se sitúa, de media, en 10,9 euros, un 2,4% más que el mes anterior.
Si se echa la vista atrás, además, se puede observar que el arrendamiento era un 10,7% más barato hace tan solo un año. Por distritos, el más exclusivo sigue siendo la Ciudad Vieja, donde el metro cuadrado es, incluso, más caro que el de la urbe. Son 12,6 euros, lo que significa que el alquiler de un piso de ochenta metros cuadrados cuesta unos 1.008 euros de media, un 12,5% más que en el mismo periodo de 2024. En la segunda posición se encuentra Monte Alto, un distrito que ha ido escalando posiciones y ya ha superado al Ensanche-Juan Flórez en lo que al coste del arrendamiento se refiere. En esta zona son 11,8 euros lo que cuesta de media el metro cuadrado, un 14,8% más que hace un año. Es decir, una vivienda de ochenta metros cuadrados asciende hasta los 944 euros.
El Ensanche-Juan Flórez registra un precio medio de 11,5 euros y, en cuarto lugar, con 10,9 euros, Cuatro Caminos-plaza de A Cubela. Es especialmente relevante, a su vez, el incremento del valor del arrendamiento en el Agra do Orzán (10,2 euros), ya que hace un año era un 22,1% más barato. Por orden, continúan la lista Os Castros-O Castrillón-Eirís (10 euros); Riazor-Los Rosales (10 euros); y Someso-Matogrande (9,8 euros).
El Ayuntamiento solicitó en abril ser declarada zona de mercado residencial tensionado. Lo hizo tras meses de trabajo y después de elaborar un estudio en el que certificaban que cumple los requisitos para dicha declaración. Esta petición se extiende a toda la ciudad y no por zonas o distritos.
La Ley de Vivienda señala que, para que una urbe sea declarada zona tensionada, tienen que darse dos realidades: que el coste de la hipoteca o alquiler, sumados los gastos, sea superior al 30% de la renta media de los hogares, y que el precio de la compra o alquiler experimentase un incremento superior al 3% del IPC en los últimos cinco años. Y así es: la urbe cumple con los criterios en un 50% de los diez distritos censales y en un 70% de las 186 secciones.
Por ello, el Gobierno local entiende que la solicitud debe extenderse a toda la ciudad. La Xunta, no obstante, no tardó en dar una respuesta: falta corregir documentación, aunque la conselleira de Vivenda, María Martínez Allegue, confirmó que A Coruña cumple los requisitos. La medida, que el Gobierno gallego nunca ha defendido, es, para el Gobierno local, una solución para el principal problema de los coruñeses. Y es que el precio de la vivienda ahoga mes a mes a los inquilinos, sobre todo a menores de 35 años, incapaces, en muchos casos, de independizarse.
Esta realidad tiene diferentes prismas. Uno de ellos, por ejemplo, lo que muchos consideran “especulación”: “Cuando alquilé el piso en el que estaba de alquiler, tras la pandemia, me cobraban 450 euros al mes. Fueron subiéndome el precio cada año veinte euros y decidí que no me compensaba más estar de alquiler. Una vez dejé el piso, ya estaba anunciado por 200 euros más”, relata Iago Cavillo, uno de los tantos jóvenes que sufren o han sufrido la situación actual del mercado.