El dibujante Miguelanxo Prado fue ayer padrino de excepción en la inauguración de la nueva tienda de Alita Cómics en la calle Panaderas, un local de 250 metros al que la firma coruñesa llega tras cerrar su establecimiento en la calle Orzán. Prado presentó una nueva edición de ‘Presas fáciles’, un volumen de corte policíaco donde los investigadores Tabares y Sotillo –que en la primera parte abordaban la estafa de las preferentes– vuelven a la acción en una trama de pornografía infantil.

Acompañado de Javier Pintor, el autor de ‘Ardalén’, ‘O pacto do letargo’ o ‘Trazo de tiza’ desgranó el proceso creativo de esta nueva obra, que le costó más de un dolor de cabeza por lo complicado de documentarse sobre un tema tan peliagudo. “Chamei a Luis García Mañá, comisario da Policía Nacional, e cando lle dixen que levaba un mes facendo búsquedas en internet sobre pornografía infantil me dixo que, seguramente, estaba no radar tanto da Guardia Civil como da Policía. Sentinme estúpido”, contó en Alita Cómics.

Dentro de una historia que nació tras leer una noticia real en la prensa, Prado reivindica la ficción. “Estou saturado do baseado en feitos reais”, espetó, y Javier Pintor ensalzó que la obra también deja espacio para unas preciosas vistas de la ciudad, con escenarios como las playas de Riazor y Orzán, la Torre de Hércules y la Torre Hercón.

Juan Carlos Sanmiguel ‘Sami’, dueño de Alita Cómics, agradeció la presencia de Miguelanxo Prado –exdirector del Salón Internacional del Cómic de A Coruña– y sentenció rotundo: “Si existe Alita, es por Viñetas desde o Atlántico”. El emprendedor destacó que la ciudad se ha convertido en un referente de este sector y reconoce que Alita “lleva mucho tiempo sembrando para ahora recoger”.

El establecimiento coruñés, que comenzó con Sanmiguel y otro compañero, cuenta ahora con una plantilla que oscila entre los 8 y los 12 empleados, entre fijos y eventuales.