Los mercados de A Coruña funcionaban este lunes, como todo, con normalidad. Hasta pasadas las 12.30 horas, cuando el apagón dejó sin luz a toda España. En el momento en que se fueron las luces, las plazas de abastos lo vivieron de diferente forma: San Agustín, debido a su techo acristalado, no se fundió en la oscuridad; la plaza de Lugo resistió gracias al generador, pero otros, como Elviña, solo se iluminaban con las luces de emergencia de los pasillos.
Al ser lunes, la mayoría de los puestos de pescado de los mercados estaban cerrados, algo que hoy celebran tanto los placeros como la alcaldesa, Inés Rey, quien aseguró este martes que "menos mal que era lunes porque de esta forma no se echó a perder el pescado". Pese a tener luz en la plaza de Lugo, algunos utensilios básicos para el desarrollo de los puestos, como las básulas, no funcionaban, por lo que los placeros decidieron cerrar sus establecimientos y marcharse a casa.
Tanto Víctor, de Pescados Víctor, como Teri, de Pescados Teri Ceán, señalan que este martes la actividad ha caído debido, sobre todo, a que "lo que iba a comer ayer la gente, lo comerá hoy". Además, bromean, "ayer con la incertidumbre las personas asaltaron los supermercados y están con las casas llenas de comida".
Lo mismo ocurrió en Elviña, que adelantó el cierre de las 15.00 a las 13.30 horas. "Las neveras las abrimos lo menos posible, por lo que hoy no ha habido pérdidas reseñables, solo que el pescado no viene y los doce puestos están cerrados", sostiene el presidente de los placeros, Leonardo Tomé.