La mascarilla se resiste a desaparecer en el transporte público de A Coruña

La mascarilla se resiste a desaparecer en el transporte público de A Coruña
Dos usuarias del transporte público en A Coruña | Javier Alborés

Minutos antes de subirse a la línea 11, Javier aseguraba que el uso de la mascarilla dependerá de lo lleno que vaya el bus. “Si va medio vacío y con las ventanas abiertas, no me la pondré; pero si hay mucha congestión, sí”. Este es el pensamiento generalizado de los usuarios consultados ayer, que, si bien celebran la vuelta a la normalidad, optan por la precaución ante la existencia de otros virus estacionales. 


“Si no hay mucha gente me la quitaré, pero muchas veces en hora punta el bus va abarrotado y me da miedo contagiarme de la gripe, por ejemplo”, dijo María del Carmen, mientras esperaba en la parada de Juan Flórez, 86. Emma también se resistía a abandonar el cubrebocas de su rutina diaria. “La pienso llevar porque te cruzas con mucha gente y no me fío del todo”, explicó. El fin de la obligatoriedad del uso de la mascarilla en el transporte público también cogió por sorpresa a algunas personas, como Javier. “No lo sabía, pero ahora por supuesto que entraré al bus sin ella. Después de tanto tiempo lo estoy deseando”, comentaba. Otros usuarios incluso accedían al interior del autobús con la mascarilla puesta preguntando al conductor si podían sacársela.


Con echar un solo vistazo a las líneas del servicio se podía comprobar que esta división se ha extendido entre los usuarios. En la parte trasera de algunos buses, como la línea universitaria, los jóvenes vuelven a verse las caras. Mientras, en la parte delantera, donde se concentra gente de mayor edad, reina la precaución. “Yo me la sigo poniendo por la gente mayor, pero solo me la pongo en el bus”, afirmaba Julio.

 

Optimismo y seguridad


Desde la Compañía de Tranvías señalan la total normalidad que se vivió en la jornada de ayer, sin ninguna incidencia reseñable y con todo tipo de opciones. “Viajeros que se quitaron la mascarilla y otros que no, al igual que los conductores. En general hubo muy buen ambiente y acogida de la medida, con optimismo y total confianza en la seguridad que siempre ha habido en el transporte público”, indica.


En los taxis la medida es celebrada por todos. Los conductores llevarán mascarillas de repuesto en los vehículos por si algún usuario reclama su uso, pero muchos han festejado el fin de la obligatoriedad poniéndose las gafas de sol y disfrutando de los recorridos con una mayor sensación de libertad. 
El presidente de la compañía Radio Taxi, Antonio Vázquez, considera que este es un gran paso hacia la normalidad, además de eliminar problemas que se daban de forma diaria, cuando muchas personas intentaban acceder a los vehículos sin mascarilla por despiste, sobre todo en horario nocturno. 

 

 

 

La mascarilla se resiste a desaparecer en el transporte público de A Coruña

Te puede interesar