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sábado | 20 abril | 2024
En un mundo cada vez más globalizado, los grandes monumentos y los paisajes de las capitales mundiales suelen centrar los diseños de los productos que se encuentran a la venta en tiendas y grandes superficies.
A menudo se deja de lado lo propio, porque se convierte en costumbre y porque se ve todos los días. Pero los impulsores de Lume da Luma, Laura Doldán Canedo y Álex Vázquez Varela, decidieron un día que esto no podía seguir sucediendo.
Laura Doldán es una artista que lleva pintando desde los dieciocho años. Comenzó en el mundo de la acuarela en 2003 y durante años viajó por el mundo con el arte por bandera. Llegó a fundar su propia galería en Bolivia y en 2017 regresó a su ciudad natal, A Coruña, donde expuso varios años en la feria de artes plásticas.
Tras acudir a una exposición de ilustradores gallegos actuales en la que no encontró ningún elemento identificativo de Galicia, nació el germen de lo que después se convirtió en Lume da Luma. En 2018 diseñó paraguas con vistas de la ciudad de A Coruña, una idea que fue muy bien acogida. Laura Doldán se preguntaba cómo era posible que se pudiese comprar un paraguas de la Torre Eiffel en A Coruña, pero no uno con el diseño de la Torre de Hércules.
Para pintarlos utiliza pigmento de seda, por lo que la pintura dura mucho más tiempo. Comenzó pintando los paraguas a mano y después lanzó una serie limitada con sus diseños de la ciudad. Actualmente sigue realizando los paraguas a mano bajo pedido. En Lume da Luma realizan distintos tipos de productos.
Dicen que están muy abiertos a las ideas que les propongan, y elaboran tanto diseños para zapatillas deportivas como para tazas, camisetas y otros objetos.
Lume da Luma tiene su particular forma de ver la ciudad. “A Coruña es una ciudad en movimiento, que está siempre cambiando”, apunta Laura, y así lo plasma en sus diseños, que huyen de las líneas rectas y en los que aparecen desde el Paseo Marítimo hasta lugares como Monelos.
Álex Vázquez se dedicaba al mundo de la banca, pero aprendió a utilizar diferentes máquinas de estampación para poder plasmar los diseños. Juntos deciden cómo deben realizarse las ilustraciones para que se adapten al tipo de producto. Como curiosidad, señalan que dentro del nombre de su proyecto, Álex es Lume y Laura es Luma.
Recientemente han abierto una tienda-taller en la calle de San Agustín y confían en que si las cosas se elaboran con gusto la gente las aprecia. Del mismo modo, creen que no es necesario realizar diseños de los monumentos más famosos para que los clientes valoren los productos.
