El ferrocarril entre A Coruña y Ferrol no es competitivo frente a otros medios de transporte como el autobús o el coche. Según los horarios de Renfe, realizar el viaje entre las dos ciudades lleva una hora y seis minutos, en el mejor de los casos, y una hora y 18 minutos, en el trayecto de más tiempo.
Esto supone que el tren tarde mucho más que sus competidores, que pueden realizar este mismo recorrido en apenas 40 minutos. ¿Pero cuál es el motivo? La respuesta hay que buscarla en la propia infraestructura por la que viajan los vagones.
Un informe de 2020 encargado por el Eixo Atlántico del Noroeste Peninsular, un organismo sin ánimo de lucro que se dedica a apoyar todas aquellas iniciativas que fomenten la cooperación transfronteriza, señala que los culpables son las numerosas curvas y rampas.
El estudio indica que los trenes no pueden superar los 100 kilómetros por hora en ningún punto del trazado de la vía. Las velocidades más extendidas son de 85 kilómetros por hora en el tramo entre A Coruña y Betanzos-Infesta. Mientras que entre esta última estación y Ferrol, la cifra media ronda los 75 km/h.
“Estas velocidades tan bajas se deben a la existencia de numerosas curvas de radio reducido. Como muestra, en el tramo Betanzos-Infesta-Ferrol existen 81 curvas, de las que únicamente 21 superaban los 300 metros de radio. Dichas curvas limitan la velocidad a 75 km/h”, advierte el informe.
Otro problema que detecta este análisis son las rampas existentes con mucha pendiente. Según recoge el documento, “la necesidad de adaptar el trazado a la difícil orografía (especialmente del tramo Betanzos- Infesta-Ferrol), sin incurrir en la construcción de largos túneles o puentes que encarecerían la obra, originó no solamente un trazado muy sinuoso, sino también con unas 15 rampas y pendientes con una inclinación casi constante de 20%, aunque de corta longitud (solo una, ya rebasado el apeadero de Perbes, superaba los cinco kilómetros)”.
La modernización de la vía férrea que enlaza A Coruña y Ferrol, una vieja demanda que lleva años sin una respuesta efectiva, está pendiente de un estudio funcional que está en proceso de elaboración.
El Gobierno central, a través de una respuesta ofrecida al PP en el Senado, explicó recientemente que el corredor mantendrá “su carácter de proximidad” (cuenta con 13 estaciones y apeaderos en la actualidad), maximizará su “utilidad” y atenderá “a los núcleos intermedios”. Además, ha detallado que, cuando este análisis esté completado, “se presentará para decidir los próximos pasos” que se darán para abordar esta actuación.
¿Qué es el estudio funcional? Se trata de un análisis que recoge las diferentes posibilidades para ejecutar la mejora y adaptación del trazado ferroviario existente entre A Coruña y Ferrol para reducir los tiempos de viaje, es decir, es un paso previo a la selección de la propuesta definitiva que se desarrollará. El Gobierno también afirmó en la respuesta parlamentaria que “actualmente se están estudiando alternativas” para “la mejora de la funcionalidad de la línea”.