Los ladrones actuaron tres veces en una semana en Diego Delicado

Los ladrones actuaron tres veces en una semana en Diego Delicado
La pescadería “Mar de fondo” sufrió en la madrugada del sábado su segundo robo en un año | javier alborés

La calle de Diego Delicado, en Os Mallos ha sufrido robos en tres negocios en apenas una semana: una pescadería, Nasa, un almacén de objetos de segunda mano, y una tienda de instalaciones y reformas, lo que ha llevado a denunciar la situación de inseguridad que todavía vive el barrio de Os Mallos a los vecinos de la zona. En ninguno de los casos, el robo fue de una cuantía importante, pero se produjeron daños, y contribuyen a mantener el clima de inseguridad que, desde hace más de un año, se ha instalado en la zona, a pesar de los esfuerzos de las autoridades por evitarlo.


A esto hay que añadir un hurto en el supermercado. Los comerciantes sospechan que pueda tratarse de un residente de la zona, puesto que siempre opera en ella. Pero, en realidad, nadie ha visto al sospechoso. Los vecinos están divididos en cuanto a su percepción de la inseguridad. Mientras que desde una de las plataformas consideran que la situación ha mejorado gracias a la mayor presencia policial, desde Mallos Unidos consideran que el refuerzo inexistente y piden soluciones más contundentes.


“No vuelvas a robar que ya te lo llevaste todo”, reza un cartel de una pescadería de O Ventorillo

En la madrugada del viernes al sábado se cometió un robo en una pescadería de la calle de Monasterio de Bergondo, en O Ventorrillo. Se da la casualidad de que el mismo local había sufrido un robo hace una ño así que la dueña, furiosa, escribió un cartel que colgó en el escaparate. “No vuelvas a robar que ya te lo llevaste todo”. La dueña de “Mar de fondo”, Elena Longueira, que descubrió el robo al tratar de acceder a la tienda, explica que no fue tan grave como el anterior. “Esta vez solo me jorobaron el bombín de la puerta y se me llevaron el poco dinero que había dentro”.


En esta ocasión solo fueron 120 euros, pero en la anterior habían sido más de 300, además de la báscula, la caja registradora e incluso una cazadora. Además, cuando regresó de la comisaría e poner la denuncia había descubierto que le habían robado en el coche estacionado en la calle, así que fue un día negro. Poco después, le robaron en su casa, a la que prendieron fuego. Longueira todavía no ha podido recuperarse de aquello, así que lo de ayer llueve sobre mojado: “No me han violado, pero siento que han violado mi tienda, que es mi modo de vida”.

Los ladrones actuaron tres veces en una semana en Diego Delicado

Te puede interesar