La 'L' es más cara que nunca en A Coruña

Parece librada desde todos los flancos posible la batalla que A Coruña le ha planteado a los automóviles. A los crecientes problemas de aparcamiento y políticas de Movilidad destinadas a sacar el tráfico rodado del centro se une el palo en las ruedas más determinante de todos: el disparado desembolso que supone sacar la licencia de conducir. 

Y es que la ciudad ha pasado de ser el paraíso de los aprendices a una especie de lujo que requiere ingeniería financiera: en cuestión de una década A Coruña no solamente ha dejado de ser la ciudad más barata de España, sino que ha pasado a ser prácticamente la más cara de su propia provincia, según datos de la Asociación Provincial de Autoescuelas. Tomado como paquete estándar la parte teórica, las tasas y 20 prácticas, la ciudad herculina requiere de media unos 790 euros, muy por encima de los 700 de Santiago y sólo 20 por debajo de Ferrol. El incremento en solamente cinco años ha sido de unos 200 euros y ha acabado con lo que antes suponía un reclamo para vecinos del área metropolitana o estudiantes que llegaban a la ciudad a cursar sus estudios universitarios. 

Según Pablo Pérez, presidente de la Asociación Provincial de Autoescuelas, la inflación del permiso de conducir y sus tasas, además de las clases prácticas. Tiene que ver con el encarecimiento de la vida en general y todos los peajes a la circulación motorizada. “El precio de los carburantes, el IPC o las subidas salariales han sido determinantes”, advierte. Y es precisamente ahí, en el modelo de contratación, donde Pérez cree que residía el ingrediente secreto de la fórmula coruñesa. “Básicamente, antes se funcionaba con otro sistema de horas con los profesores y había otro respeto a los convenios”, añade.

Truco 

Por otra parte, dentro del paraíso que suponía para un aspirante a conductor el matricularse en A Coruña había, según Pérez, otra parte en la letra pequeña del contrato: la necesidad de prorrogar la vinculación con la autoescuela. “A Coruña era la más barata, pero habría que hacer un estudio de cuántos alumnos aprobaban con el paquete básico. Ese paquete en Ferrol suele llegar, en A Coruña no”, recuerda. 

Respecto a la saluda del sector, el presidente provincial de las autoescuelas apunta a la bajada en 50.000 permisos expedidos respecto al año pasado y un cambio en los hábitos y aspiraciones de los nuevos adultos. “Se nota que hay menos interés y cada vez tenemos menos alumnos de 18 años, la mayoría de la gente se matricula cuando, a los 23 o así, lo necesita por trabajo”, subraya Pérez, que además culpa al largo trámite, de aproximadamente un año, que pasa desde la inscripción hasta tener el carnet en mano. “Con los cupos de Tráfico y con el ritmo de exámenes que existe ya no es posible sacar el carné de conducir en un verano”, finaliza el dirigente.