La preparación de la playa de Riazor para acoger un campeonato nacional de fútbol playa y las protestas en el Congreso de los Diputados de los trabajadores de la Fábrica de Armas ocupaban los dos temas principales de la portada de El Ideal Gallego tal día como hoy hace veinticinco años. En 1975, la atención se centraba en los aparcamientos que había que habilitar para recibir a turistas y visitantes durante el verano, dos de los cuales, en el puerto y en Elviña, se proponían con carácter permanente y “disuasorio”. En 1950, la noticia era el juicio por el triple crimen de Arillo, con la sala del Tribunal de Justicia a reventar de público, que quería ver de cerca al súbdito mexicano al que juzgaban por apuñalar a su mujer, su suegra y su cuñada.
Una cuadrilla de operarios acondicionó el arenal de Riazor para la competición de fútbol playa. Una excavadora allanó la zona que ocuparán los campos de juego. La presencia de maquinaria pesada sorprendió a los bañistas que disfrutaban del día soleado. El número de equipos inscritos en el torneo, el primero de un circuito que recorrerá la costa española, ha superado las expectativas de la organización. Entre los participantes estará el exdeportivista Julio Salinas.
Por otra parte, quince representantes de UGT en la Fábrica de Armas, encabezados por el presidente del comité intercentros, el coruñés Roberto Teijido, fueron expulsados del Congreso de los Diputados tras increpar a los parlamentarios del PP por defender la privatización de la empresa. La cámara rechazó tres proposiciones no de ley presentadas por el PSOE, IU y el BNG contra la venta de la compañía a la multinacional estadounidense General Dynamics. Los representantes sindicales llegaron al Congreso ataviados con unas camisetas en las que reclamaban el mantenimiento del carácter público del sector estratégico de la defensa nacional, atuendo que, según Teijido, les fue requisado junto a los teléfonos móviles a la entrada: “Nos sometieron a un chequeo como si fuéramos delincuentes”, explicó.
La Comisión municipal de Policía y Servicio estudió los nuevos aparcamientos que, de cara al próximo verano, va a tratar la Corporación de que entren en funcionamiento, para desahogar de tráfico la ciudad. Algunos de ellos se proponen como definitivos, teniendo la calificación de “disuasorios”, al estar situados alejados del centro urbano. Dos de las zonas propuestas estarían en el puerto: una, en el castillo de San Antón, con carácter permanente, y otro gran aparcamiento, también “disuasorio” en el polígono de Elviña, además de zonas temporales en Zalaeta, Concepción Arenal, Pasadizo del Orzán y Juan Canalejo. Los concejales Gila y Peña propusieron que, a la entrada de la ciudad, se colocara un gran cartel pidiendo colaboración para que dejen los coches aparcados antes de entrar en el centro con la frase “La grúa se lo agradecerá”.
El Palacio de Justicia acogió la vista contra el súbdito mejicano José García Peña, acusado de la muerte de su esposa, su suegra y su cuñada. Hasta última hora se creyó que la vista se celebraría a puerta cerrada pero la expectación era extraordinaria, con una afluencia de público considerable. El acusado respondió afirmativamente al preguntarle si había cometido los delitos en un instante de ira. Explicó que estaba en su cuarto con su mujer, a la que asesinó, mientras su suegra y su cuñada querían entrar. Finalmente, lograron forzar la puerta, momento en que la emprendió a puñaladas con ellas. Su suegro y su otra cuñada salieron huyendo. Después, le prendió fuego a la casa. Más tarde, apesadumbrado, pidió un revólver al juez para matarse. Dado lo avanzado de la hora, a las diez y cuarto de la noche se suspendió la vista hasta el día siguiente.