Una guía para cuidadores de pacientes con alzhéimer: “Es un error pensar que incapacita a la persona”

Desde señalizar zonas de la casa y no mentir hasta la importancia de desconectar para evitar el agotamiento, la asociación Galzheimer Care presenta en A Coruña un manual para aprender a manejar las alteraciones de conducta desde el propio hogar
Una guía para cuidadores de pacientes con alzhéimer: “Es un error pensar que incapacita a la persona”
Laura Álvarez, José Manuel Aldrey, Ana Díaz y Jorge Quindimil, en la presentación de la guía en A Coruña

La llegada de un diagnóstico de alzhéimer a la familia cambia radicalmente el día a día en el hogar y puede incluso llegar a “romper” la relación entre ellos. Aunque cada miembro aborda el proceso de una manera diferente, hay cosas comunes que se pueden hacer en la vivienda para facilitar el cuidado de estos pacientes. Con este objetivo nace la guía ‘Resolviendo alteraciones de conducta en casa’, elaborada por la asociación Galzheimer Care y presentada en A Coruña en colaboración con la Fundación “la Caixa”.     


“Las alteraciones de comportamiento son, sin duda, el mayor problema al que se pueden enfrentar los cuidadores”, asegura el neurólogo de Galzheimer Care José Manuel Aldrey. Coincide la presidenta de la asociación, Ana Díaz: “Aprender a manejarlos no solo va a mejorar la calidad de vida de la familia y del paciente, sino que va a hacer que la persona permanezca más tiempo vinculada al hogar”.

 

Conflictos comunes

Problemas para tomar la medicación, que no quieran asearse o las alteraciones del sueño son algunas de las conductas que más complican el cuidado de estos pacientes. “Conocer sus características personales, sus deseos, preferencias y las cosas que nunca les gustaron es un buen punto de partida porque permitirá, en muchos casos, anticiparnos a sus reacciones y prever qué cosas debemos evitar”, explica Aldrey. 


Y es que, al final, muchas de las alteraciones de conducta se desencadenan por “miedo, incertidumbre o confusión”, por lo que su recomendación pasa por anticiparse y evitar “información no necesaria o conflictiva”. 


Pero hay más acciones que pueden evitar una crisis de conducta. Una parte importante es hacer cambios en casa para que el entorno sea “lo más amigable posible”. “Es aconsejable que esté ordenado y que sea lo más simple posible, sin adornos que dificulten el desplazamiento por casa. A veces, hay que prescindir de alfombras para evitar tropiezos e incluso resulta conveniente señalizar estancias importantes de la casa para facilitar que lo identifiquen”, explica el neurólogo.

 

"Aprender a manejar las alteraciones de conducta va a hacer que la persona permanezca más tiempo vinculada al hogar"


Una temperatura agradable o adaptar zonas como el baño para aumentar su autonomía son otros cambios importantes para los pacientes, junto a una buena iluminación. “El atardecer es el momento en el que muchos pacientes desarrollan estas alteraciones”, advierte Aldrey.

 

Errores recurrentes

El alzhéimer sigue rodeado de prejuicios que complican el cuidado por parte de familiares o allegados. “Hay una tendencia a despojar al enfermo de su identidad y deshumanizarlo. A veces, los tratamos, de manera involuntaria, como personas con pérdida cognitiva sin tener en cuenta que sienten, que piensan y que tienen una trayectoria vital”, advierte Ana Díaz sobre una enfermedad “no solo afecta a la memoria”. 

 
Para José Manuel Aldrey, también “es un error pensar que un diagnóstico de alzhéimer incapacita a la persona para realizar cualquier actividad” e indica que es importante “no hablar de ella como si no estuviese presente” y buscar, siempre que se pueda, “su consentimiento, realizándole propuestas más que imponiéndole actividades”. 

 

"A veces los tratamos, de manera involuntaria, como personas con pérdida cognitiva sin tener en cuenta que sienten y que piensan" 


También apunta que no suele ser “necesario mentir” y que da mejor resultado “distraer”. “El principio básico que hay que respetar siempre es obrar con la máxima tranquilidad y paciencia y transmitir confianza y seguridad”, indica Aldrey.


Aunque Díaz recuerda que “no  se van a poder manejar todas las situaciones”. “En un principio creemos que podemos con todo y vamos asumiendo más carga de la podemos soportar. Con el tiempo, puede aparecer el síndrome del cuidador quemado”, advierte la presidenta. 


Implementar mecanismos de desconexión, mantener sus actividades laborales y familiares y tratar de fomentar otras parcelas de su vida “sin culpa” es importante porque “el bienestar propio es parte del cuidado”. 

Una guía para cuidadores de pacientes con alzhéimer: “Es un error pensar que incapacita a la persona”

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