11º-16º
lunes | 6 mayo | 2024
El Gobierno de Inés Rey convocó para hoy una Junta de Gobierno local urgente y extraordinaria con el objetivo, entre otros, de aprobar el contenido del proyecto Agenda Urbana y de su Plan Estratégico de Acción Local (PEAL). Este plan es importante, porque trata de adaptar a nivel local los objetivos europeos de la agenda 2030. No solo será un documento marco que orientará las decisiones municipales en los próximos años, sino que (y sobre todo) permitirá optar a los fondos europeos durante esta década. Y el plazo para optar a la primera subvención expira mañana, de ahí la convocatoria de junta extraordinaria.
Esto ha unido a la oposición (PP, BNG e incluso la Marea Atlántica, el socio preferente del Gobierno de Inés Rey) en un acto inédito en el palacio de María Pita: por primera vez, las tres formaciones se citan al unísono. Fuentes municipales señalan que ya se le había advertido a la oposición de que podían esperar una junta extraordinaria que habría debido venir seguida de su pleno extraordinario, posiblemente mañana, último día de plazo. Pero la reacción de los diversos partidos de la oposición ha sido de tanta indignación que el Gobierno de Inés Rey ha tomado la insólita decisión de no celebrar dicho pleno, según fuentes de la oposición.
Es un acto irregular e “institucionalmente grave”, como señalan los detractores y supone un comienzo de curso político mucho más movido de lo que se esperaba después del pleno del jueves, el primero con Miguel Lorenzo como portavoz del PP y candidato a la alcaldía. No es la primera vez, ni mucho menos, que el Gobierno local convoca un pleno urgente. Lo hizo, por ejemplo, para aprobar los presupuestos de este año. Se convocó a la oposición con apenas diez minutos de adelanto y ya entonces provocó una verdadera tormenta de críticas por parte del PP, del BNG y de Podemos. Aunque no de la Marea, dado que había pactado con los presupuestos con ella.
En realidad, la subvención ya la concedió el ministerio a finales del 2021 a 121 entidades locales, con ella se licitó la asistencia, lo que ahora vence es el plazo para presentar el correspondiente plan de acción local,. Son unos 250.000 euros procedentes de los fondos europeos para elaborar el documento marco, el PEAL. El Ayuntamiento podría elaborarlo a cargo de sus propios presupuestos, pero resultará difícil explicar por qué han perdido una inyección económica tan importante. Incluso si se consigue, resulta “absurdo”, como señalan algunas voces, que se haya esperado hasta el último momento cuando las fechas se conocen desde el primer día.
Además, al tratarse de un documento marco, lo habitual es tratar de conseguir una mayor participación ciudadana, así como el mayor consenso político con los grupos de la oposición. Aprobarlo en un pleno tampoco habría sido difícil, puesto que todos los partidos, sin importar su color, apoyan los objetivos de desarrollo sostenible que se han convertido en las directrices europeas aunque solo sea porque, oponerse a ellas es negar fondos a la ciudad.
A Coruña ha sido una de las ciudades gallegas que más fondos Next Generation han recibido, pero son coyunturales. Se trata de competir por el dinero de Bruselas, y del Estado, hasta 2027. El proceso de rehabilitación urbanística, el diseño y arquitectura de la ciudad, la movilidad... Todos son temas a tratar en el PEAL.
“Es fundamental tener armada una estrategia urbana para obtener fondos europeos, porque todas las ciudades compiten por ellos”, insisten los críticos. Son los mismos conceptos que se llevan manejando en la política, ya sea a nivel europeo, nacional o político desde hace veinte años. Solo son nuevos los nombres, los plazos... y los fondos.
