La finca de los Mariño vuelve a convertirse en refugio de los sintecho con la llegada del buen tiempo

El rescate que los Bomberos realizaron en la noche del domingo de un indigente de 35 años que se había despeñado en las rocas al pie del Paseo Marítimo, frente a la Domus, pone de manifiesto el problema recurrente que existe en la finca de los Mariño. Desde hace años, se ha convertido en uno de los refugios habituales  de los sintecho que, o bien se instalan bajo la cúpula, o construyen precarios chabolas entre las columnas que sostienen el Paseo  Marítimo. 

 
Esto ha provocado la degeneración de esta zona de esparcimiento al borde del mar, donde se acumula basura que los indigentes arrastran para formar sus refugios y camas o simplemente por los restos de comida que traen con ellos. Aunque la Concejalía de Medio Ambiente limpiar el lugar regularmente derribando las chabolas que encuentra, los sintecho siguen regresando a la zona, sobre todo con buen tiempo.
 

Ayer era posible descubrir entre las rocas algunos colchones y almohadas, alguna de las cuales quizá empleó el hombre herido en la noche del domingo. La víctima resultó herido de carácter grave y ayer todavía se encontraba ingresado en el Hospital. El sujeto se había precipitado no desde el Paseo, sino desde la explanada de los Mariño. Aun así, la caída fue de varios metros de altura, unos ocho metros, directamente sobre las rocas, y  prácticamente al nivel del mar. A las 23.00 horas se advirtió de que un hombre se había precipitado desde la explanada de los Mariño.  Tras recibir un aviso, la Policía Local lo descubrió en las rocas que la marea baja había dejado al descubierto. Se encontraba consciente pero malherido, le dolían las caderas y no podía moverse.
 

También pudieron constatar que estaba ebrio, lo que ayudaba a explicar por qué se había despeñado y sufría fuertes traumatismos, aunque no en la cabeza, lo que probablemente le había salvado la vida. Bajo el Paseo Marítimo, a la altura de la Domus, discurre un estrecho sendero y a oscuras es fácil dar un traspié.
 

En todo caso, la marea estaba subiendo y convenía darse prisa. Ante el difícil acceso de los sanitarios al lugar, los Bomberos procedieron a rescatarlo mediante una autoescalera y camilla, lo que se conoce como un sistema elevador. Un bombero se descolgó también para acompañar al herido en el ascenso y una vez allí, lo entregó a los sanitarios. Durante toda la operación, la Policía Local cortó el Paseo. El 061 atendió al herido, de nacionalidad marroquí, en la ambulancia medicalizada antes de trasladarlo al Chuac.  
 

Sendero  

No es la primera vez que los Bomberos tienen que actuar en ese tramo del Paseo. Las caídas siempre se producen en el nivel inferior, en el sendero que recorre la costa y que utilizan no solo los sintecho, sino también los grafiteros, a los que les gusta pintar los pilares y los muros de abajo, o los simples paseantes, que buscan un recorrido distinto. A pesar de que las autoridades lo cierran, siempre acaban por reabrirlo, a pesar del peligro. 
 

El caso anterior se había producido en diciembre de 2021, cuando un vecino de la calle de Ramón y Cajal se había caído desde el sendero cuando estaba dando un paseo, a las seis y media de la tarde, cuando aún había luz. Presentaba un fuerte golpe en la cabeza, además de costillas posiblemente fracturadas y contusiones por todo el cuerpo, pero se hallaba consciente y lúcido. Tras ser elevado al Paseo Marítimo en camilla desde una autoescalera, en un rescate análogo al que tuvo lugar ayer, se le trasladó hasta el Chuac.