Los fenicios sabrán aprovechar en Galicia la situación y se interesan por la costa Occidental, que baña aquel tenebroso mar. Les resultará más económico y estratégico llevar a efecto la explotación de los minerales en el interior de aquellos territorios y en su caminar siguen el lecho de los ríos, a la vez que se hacen amigos de los pobladores que viven en las zonas por las que atraviesan, cuyos habitantes se asientan en las tierras altas, donde se sentían más seguros para su supervivencia al hallarse al resguardo de las fieras salvajes que abundaban en el llano.
Sus cabañas son levantadas de forma circular, forradas de un espeso follaje como tejado. Su interior, ocupado por hijos, mujeres, ancianos y enfermos o impedidos. Los hombres permanecen en el exterior y mantienen la defensa en caso de ataque por fieras salvajes o tribus enemigas a la conquista del territorio. Eran gentes de aspecto bárbaro y siempre armadas, cuando alguien moría, su cuerpo era quemado y sus cenizas depositadas en las mámoas, consideradas templos sagrados.
Venía a ser el acto más relevante de la cultura celta que poblaba en este agreste país: alrededor del túmulo se ponían las ramas secas, a las cuales se les prendía fuego para convertirlo en una pira funeraria. Con el tiempo estas costumbres cambian y en lugar de quemar a los muertos, se entierran bajo la bóveda de la mámoa, Uno de aquellos hijos era conocido bajo el nombre de Artei. En estas tierras del estaño (las Cicas fenicias) gobernaba un caudillo, conocido por Brent, que establece su asentamiento en el lugar de Brigantium y desde cuyo puerto denominado Corun y Adrobiga por los romanos.
Salen las naves a comerciar con los cántabros y vascones, (Iberia) albiones (Inglaterra) armóricos (Bretaña francesa) hibernios (Irlanda) y caledonios (Escocia) entre otras tribus, las cuales se reparten a lo largo de todo el mar Occidental. Su recorrido siempre era el mismo: las naves partían desde el puerto de Corun (Coruña), Erizana (Baiona) o Duio (Finisterre). Enfilan la mar camino del promontorio de la Armórica, siempre con la costa a la vista, viran hacia el Oeste y enfilan las islas Sorlingas, para dejar sus mercancías y hombres de la raza celta que marchan a aquel destino. Luego se acercan a las costas de Hibernia, (Irlanda) y por la misma ruta prosiguen hasta la Caledonia, (Escocia), variando luego el rumbo hacia el Sur, para volver a recalar en la Armórica, en todos estos puntos los fenicios comercian con géneros, metales, cerámicas, pescados en salmuera, tejidos teñidos, vidrio y armas, entre otros muchos objetos.
Retornando finalmente a las factorías de Galicia, siendo estas de gran importancia para estos navegantes fenicios, cuyas naves proceden del Mar Boreal. Para los celtas suponía tratar con gentes muy desarrolladas y gran cultura a los que había que sumar un sólido conocimiento sobre estas costas las Cicas gallegas.
Los fenicios hacen sus intercambios comerciales en clara ventaja a sus intereses, ofrecen trueques a los nativos, los fenicios conocían estos puntos como Las Cicas, para que nadie consiguiera saber en donde se encontraban y solo ellos, pudiesen negociar con estas tribus, con las cuales siempre arrancaban acuerdos favorables a sus intereses.
Estos comerciantes fenicios, ponían obstáculos a los demás navegantes extranjeros, para que nadie osase poner rumbo a sus secretos, los cuales se hallaban escondidos en sus Cicas. Este mineral era lo más importante para aquellos navegantes semitas, con el estaño, que pasaban a Fenicia y a Creta, obtenían suculentos ingresos económicos, desde cuyos puertos se enviaba a otras naciones del mundo conocido del Mar Boreal y de sus límites de influencia.
Los fenicios después de colonizar Creta, Rodas y Alasiya (Chipre) se establecen en otras colonias y factorías a lo largo de todos los puntos de las riberas del Mar Boreal, bajo el interés de sus tratos, es entonces cuando deciden franquear las denominadas Puertas de Hércules y fundan en las orillas del mar Occidental su famosa colonia de Gadir (Cádiz) Antes de que esto acontezca, los fenicios trataban con expediciones en la dirección de las costas del Norte Occidental. Que es cuando, sus factorías adquieren todo su esplendor, estas decaen, al centrar los fenicios, sus negocios comerciales con el Occidente, en su principal colonia de Gadir, siempre fueron fieles a su sistema de fundar emporios para poder explotar y extraer los minerales. Con los que negociaban y de un modo particular el estaño, los fenicios serán más comerciantes que guerreros. Antes de la fundación de Gadir como su principal colonia, navegaban a uno de sus puertos base más importante, situado en la región de Anas de Galicia, cuyo punto era Corun.