Los expertos deslizan que parte de las colisiones con lluvia en A Coruña son evitables

Los expertos deslizan que parte de las colisiones con lluvia en A Coruña son evitables
Un vehículo deja una senda de agua entre Pocomaco y Matogrande durante la mañana de ayer | Quintana

A nadie se le ocurriría desafiar la gravedad y bajar a pasear o hacer un recado en pleno temporal con un calzado roto, con la suela gastada o que directamente ponga en peligro su integridad a la hora de pisar unas calles encharcadas y que invitan al patinazo con destino acera. Curiosamente, si se trata de hacerlo con el automóvil aumentan los matices, hasta el punto de apurar y llevar al límite la vida útil del neumático. Detrás de esa acción de riesgo subyace la explicación de buena parte de los accidentes que proliferan con la llegada de la lluvia y el mal tiempo, según advierten tanto la Dirección General de Tráfico como estudios independientes que apuntan en la misma dirección. 


A mediados de 2021, la DGT señaló que había detectado alrededor de 1,5 millones de vehículos circulando con las gomas en mal estado, mientras que en el mismo periodo la empresa Euromaster, especialista en mantenimiento del automóvil, apuntó que uno de cada tres incidentes estaban relacionados, precisamente, con esa irregularidad o con un mantenimiento defectuoso en ese punto. En el mismo particular desean incidir, casi dos años después y en plena alerta roja en la ciudad, los talleres encargados de la salud de nuestros coches, y por ende la nuestra propia. “Es fundamental, hablamos de diferencia en el frenado y la capacidad de reaccionar a tiempo”, advierte Sandra Varela, administrativa de Neumáticos David Varela. “Como en todos los inviernos, se trata de un mensaje de sentidiño, porque puedes tener un despiste, pero si los neumáticos están mal no hay vuelta atrás”, añade. 


Concienciación
Uno de los establecimientos más veteranos del parque de talleres de la ciudad, Martelo, cree que la concienciación de los coruñeses ha mejorado en ese sentido, a pesar de que la crisis pueda ser un condicionante importante. “Nuestros clientes nos avisan siempre de que, si detectamos fatiga, cambiemos el neumático. Días como estos son de máxima exigencia y muchas colisiones de las que se ven se pueden evitar; si ya hay diferencia entre una primera y segunda marca, ya no digamos entre el desgastado y el nuevo”, dice Juan, su propietario.


Tanto desde David Varela como desde Martelo señalan el llamado neumático cuatro estaciones como una solución universal más económica y eficaz para una conducción estándar. Se trata de gomas que se adaptan a las particularidades del verano y el invierno, ya que en España no rige la obligatoriedad de alternancia como en otros países de Europa. 


Opción low cost
Si queda alguna excusa para el cambio, Neumáticos Virxe da Barca se encarga de dar respuesta desde hace décadas a cualquiera de las mismas. Especializado en la oferta low cost, buena parte del stock se encarga de aprovechar aquellos productos que no tendrían lugar, por lo extremo de las condiciones, en el mapa comunitario. “Tenemos el neumático de segunda mano y ocasión, importado de países como Alemania, donde se mira muchísimo la seguridad”, recuerda Noemí Eiranova, administrativa. “El producto está casi nuevo”, añade.


El establecimiento de la calle de Vizcaya cifra en un 40 por ciento la incidencia de unos neumáticos defectuosos sobre el total de accidentes en la ciudad y también reconoce a un cliente más maduro a la hora de protegerse: “El año pasado trabajamos muy bien, la gente está teniendo cuidado con eso y viene a preguntar”. Y es que caminar sobre el alambre también puede costar una sanción de 200 euros por parte de la DGT. 

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